MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
La especialista en Endocrinología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, la doctora Noemí Brox, ha destacado que el equilibrio hormonal es "clave" para que el organismo funcione de forma coordinada, razón por la que ha subrayado la necesidad de darle una mayor importancia a la detección temprana y la reducción del estigma relacionados con los problemas hormonales.
"Las hormonas son mensajeros químicos que desempeñan funciones cruciales para el organismo. Muchas veces los problemas hormonales se subestiman o se confunden con estrés, astenia o 'cosas de la edad', pero el correcto equilibrio hormonal es clave para que los sistemas del organismo funcionen de manera coordinada", ha explicado Brox.
Una mayor visibilidad de estos problemas dará lugar a la mejora del acceso a tratamientos adecuados y personalizados, ayudando a los pacientes a regular funciones vitales como la de su metabolismo, el sueño, el estado de ánimo o la salud ósea.
Las alteraciones en la producción y acción hormonal pueden dar lugar a trastornos como el hipoparatiroidismo crónico, una enfermedad rara en la que "las glándulas paratiroides no producen suficiente hormona paratiroidea (PTH), lo que resulta en niveles bajos de calcio en la sangre".
No contar con esta hormona, que en el 80 por ciento de los casos se deriva de una intervención quirúrgica cervical como la tiroidectomía, provoca una serie de complicaciones graves a corto y largo plazo tales como irritabilidad neuromuscular, complicaciones renales, calcificaciones extraesqueléticas y deterioro cognitivo.
Asimismo, los pacientes pueden sufrir "calambres musculares y espasmos, parestesias o entumecimiento, astenia y debilidad y también cambios en el estado de ánimo que pueden afectar a la salud mental (depresión y ansiedad)", y en los casos severos puede llegar a provocar convulsiones, debido a niveles muy bajos de calcio, o arritmias ventriculares "potencialmente" letales.
Todo ello puede llegar a afectar la capacidad para llevar a cabo actividades diarias, así como limitar la interacción social y la calidad de vida emocional del paciente, al que se le trata mediante suplementos de vitamina D activa y calcio.
Sin embargo, ha reconocido que no siempre pueden controlar en todos los pacientes la excesiva eliminación de calcio en la orina ni los niveles de fosfato elevados en sangre, razón por la que el paciente puede presentar síntomas como aparición de cólicos renales, enfermedad renal crónica, calcificaciones vasculares y aumento de riesgo cardiovascular.
"Se necesita mayor educación sanitaria para llevar unos hábitos saludables, detectar síntomas iniciales de enfermedades e, incluso, acompañar a familiares en el proceso de enfermedad de la forma más sana posible", ha concluido la doctora Brox.