Estás equivocado si dejas de comer plátanos por ser estreñido
MADRID, 21 (EDIZIONES)
Es un mito súper extendido que los plátanos empeoren el estreñimiento. Antes se usaban para la dieta de gastroenteritis, pero a día de hoy no hay evidencia de que empeoren el estreñimiento; lo que sí es cierto es que los verdes tienen más fibra (15,6 gramos) que los que están más maduros (1,9 gramos), depende de su estado de maduración, pero los plátanos tienen fibra. ¿A que has oído que para ir al baño lo mejor es tomar alimentos con fibra?
"Hay que comer fruta. La que sea y la que nos gusta; aunque siempre si estamos estreñidos será mejor la que mayor cantidad de fibra posea; pero si te gustan los plátanos, y eres estreñido, adelante con ello, siempre y cuando te encuentres dentro de una dieta con mucha variedad de fibra", defiende la doctora Karina Cuiñas, cirujana colorrectal y del suelo pélvico, durante una entrevista con Europa Press Infosalus.
La autora de 'Tripas en acción' (Vergara) recuerda que ante un episodio de diarrea aguda hay que intentar retomar cuanto antes una dieta saludable para que nuestro intestino, y su microbiota, se recupere cuanto antes. "Como el plátano se usaba para las diarreas, sobre todo en los niños, supongo que habrá ido calando la idea de que el plátano estriñe, aunque nunca se ha demostrado. De hecho, existen muy pocos estudios sobre el plátano y el tránsito intestinal", menciona.
QUÉ SE CONSIDERA POR 'ESTREÑIMIENTO'
Aquí aprovecha esta experta para alertar sobre la percepción que hoy en día se tiene sobre el estreñimiento: "La percepción de las personas de la calle sobre el estreñimiento es muy variable. Existen unos criterios médicos establecidos para su diagnóstico, los de Roma IV, son los más actuales, donde hay una serie de elementos que se tienen que cumplir para considerarlo, como el esfuerzo defecatorio, la consistencia de heces, la frecuencia defecatoria, o la sensación de evacuación incompleta, por ejemplo".
En la vida real, eso sí, remarca esta cirujana colorrectal y del suelo pélvico, se considera el estreñimiento con la "insatisfacción defecatoria", de manera que defiende esta doctora que si no estás satisfecho con la forma de defecar, bien por el esfuerzo que te conlleva, el dolor, o por ejemplo por la consistencia de las heces, debemos llamarle 'estreñimiento' e intentar mejorar esa situación buscando la ayuda de un experto.
"Tenemos que saber que la perfección no existe. Hay que tener expectativas realistas, y es mejor desde el punto de vista clínico llamarlo 'satisfacción defecatoria'. Si estás insatisfecho hay que ver si se puede mejorar, y si es realista o no nuestra sensación", apostilla.
Sobre cómo sería una deposición efectiva, la doctora mantiene que se encuadraría dentro de una situación en la que se tienen ganas de ir al baño, que se pueda ir lo más cerca posible desde ese deseo, en el menor tiempo posible, "un minuto mejor que cinco minutos", y un momento en el que te quedes a gusto y sin esfuerzo excesivo, ni por supuesto sangrado, ni incomodidad.
"La consistencia debe suficientemente blanda para que pueda salir sin dificultad, y consistente para que salga de una sola vez; y luego sin dificultad para limpiarte o incontinencia más adelante. Si no sientes que cagar es un acto placentero hay que buscar ayuda", apostilla.
CUÁLES SON SUS PRINCIPALES CAUSAS
Con ello, la doctora Cuiñas menciona que las causas más frecuentes de estreñimiento son el estilo de vida, la falta de fibra, y el sedentarismo. También habla de otras como los embarazos, algunos medicamentos, ciertas enfermedades, o bien dice que puede ser secundario a estrés, o a cirugías.
"Y luego hay causas internas de nuestro cuerpo, que son menos frecuentes pero que también existen, a nivel de colon se llama 'estreñimiento de tránsito lento'; a nivel de suelo pélvico la 'defecación obstructiva'; o el síndrome de intestino irritable con estreñimiento, a nivel de eje intestino-cerebro", agrega.
ALIMENTOS E HIDRATACIÓN PARA EL ESTREÑIMIENTO
Finalmente, cuestionamos a esta especialista sobre la dieta idónea frente al estreñimiento, y para lo que apunta el consumo elevado de frutas, de verduras, de semillas, de frutos secos, así como de cereales integrales; "todo lo que viene de las plantas, que es de origen vegetal y que está poco procesado".
En este sentido, destaca esta cirujana colorrectal y del suelo pélvico que otro de los mitos más extendidos por la comunidad médica y los sanitarios, así como por la población general, es lo de beber dos litros de agua diarios para evitar el estreñimiento: "Más allá de estar bien hidratados, que lo estamos la mayor parte de las personas sanas, un buen nivel de hidratación, el beber más agua no nos aportará más beneficios, y ni hará que nuestras heces sean más liquidas; hay que beber en función de nuestra sed, incluso si tenemos estreñimiento".
CON QUÉ MÁS PODEMOS MEJORARLO
Así con todo, en último lugar pedimos consejo a esta doctora sobre cómo podemos mejorar nuestra situación de estreñimiento y, primeramente cita a la alimentación, a "comer más plantas, fibra" porque ayuda al tránsito intestinal", pero también sostiene que se debe evitar el sedentarismo, y hacer actividad física, "cuanto más te muevas tú más lo hará tu colon".
Defiende esta experta en que la forma de sentarnos en el baño nos ayudará igualmente a la hora de defecar con más facilidad, y la posición de cuclillas concretamente, "que en los váteres actuales no se consigue por la posición que es pero sí se puede lograr poniendo un taburete para subir las piernas".
A su vez, otro de sus consejos es atender a la forma en la que respiramos para relajar el suelo pélvico y realizar así un menor esfuerzo defecatorio, "porque necesitamos estar relajados para defecar porque así se activa nuestro sistema nervioso parasimpático, que es el que nos ayuda a defecar".
Evitar que el momento del baño sea un momento de estrés también es un paso muy importante a su juicio; y después recomienda Cuiñas el hacernos masajes abdominales para afrontar el estreñimiento; aparte de mejorar la calidad del sueño e intentar tener una rutina un poco más predecible, "porque a nuestro colon y a nuestro cuerpo les gusta la predictibilidad".