MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los españoles que sufrieron un infarto de miocardio durante el confinamiento por la COVID-19 vivirán 2 años menos, según un nuevo estudio realizado por la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés).
La investigación analiza el impacto del confinamiento en los pacientes con infarto de miocardio, ya que la atención temprana en estos casos tiene "una importancia fundamental en términos de pronóstico y supervivencia a medio y largo plazo".
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ya registró una reducción del 40 por ciento en el tratamiento del infarto de miocardio durante el primer mes de confinamiento por la pandemia de la COVID-19 en España. Además, los pacientes tratados tardaban más en recibir tratamiento
"Durante la COVID-19 se trataron menos pacientes con infarto y de forma más tardía. Esto ha tenido un impacto en la supervivencia de estos pacientes, además de un incremento en los costes sanitarios", ha comentado al respecto el Oriol Rodríguez-Leor, coautor de la nueva investigación.
El experto ha recordado que el tiempo es clave para la atención de estos episodios: "Cuando una persona tiene un infarto de miocardio, lo primero que tiene que hacer es buscar atención médica. En primer lugar, para prevenir la muerte súbita, que es la principal causa de mortalidad de los pacientes que tienen infarto y que puede llegar hasta un 30-40 por ciento de los casos; y, en segundo lugar, para intentar reducir el tamaño del infarto mediante una intervención. El tiempo es fundamental para reducir el daño que sufre el corazón".
Por otro lado, la nueva investigación ha calculado cuál fue el impacto económico de esta falta de tratamiento o de este retraso durante los peores meses de pandemia.
Según sus hallazgos, tanto a nivel social como a nivel económico fue prácticamente de 90 millones de euros. "O sea, que realmente el impacto económico también fue muy importante", ha advertido el experto.
En vista a estos datos, el doctor Rodríguez-Leor ha reclamado que se tomen "medidas", como, por ejemplo, hacer una previsión por parte de las autoridades de qué hay que hacer en el caso de que volvamos a vivir una situación parecida a la de la COVID-19 para "intentar evitar el colapso del sistema sanitario y que continúe sin problemas la atención a patologías no relacionadas con la COVID-19".
Por otro lado, el experto ha instado a concienciar a la población de que cuando uno tiene un infarto o piensa que puede estar teniendo un infarto "es muy importante acudir lo antes posible a un centro médico o solicitar que los sistemas de emergencia vayan allí donde está el paciente para hacer la primera prueba".