MADRID 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
Una de las principales razones por las que ha sido difícil desarrollar una vacuna eficaz contra el VIH es que el virus muta muy rápidamente, lo que le permite evadir la respuesta de anticuerpos generada por las vacunas. Hace varios años, investigadores del MIT (Estados Unidos) demostraron que administrar una serie de dosis crecientes de una vacuna contra el VIH durante un período de dos semanas podría ayudar a superar parte de ese desafío al generar mayores cantidades de anticuerpos neutralizantes. Sin embargo, un régimen de vacunas de dosis múltiples administrado durante un período corto no es práctico para las campañas de vacunación masiva.
En un nuevo estudio, los investigadores han descubierto que pueden lograr una respuesta inmunitaria similar con solo dos dosis, administradas con una semana de diferencia. La primera dosis, que es mucho más pequeña, prepara al sistema inmunitario para responder con mayor potencia a la segunda dosis, más grande. Chakraborty y Darrell Irvine, ex profesor de ingeniería biológica y ciencia e ingeniería de materiales del MIT y miembro del Instituto Koch para la Investigación Integral del Cáncer, que ahora es profesor de inmunología y microbiología en el Instituto de Investigación Scripps, son los autores principales del estudio, que aparece en 'Science Immunology'.
Este estudio, que se llevó a cabo combinando modelos computacionales y experimentos en ratones, utilizó una proteína de la envoltura del VIH como vacuna. Actualmente se está realizando una versión de dosis única de esta vacuna en ensayos clínicos y los investigadores esperan establecer otro grupo de estudio que recibirá la vacuna en un esquema de dos dosis.
"Al unir las ciencias físicas y biológicas, arrojamos luz sobre algunas cuestiones inmunológicas básicas que ayudaron a desarrollar este esquema de dos dosis para imitar el régimen de dosis múltiples", expone Arup Chakraborty, profesor del Instituto John M. Deutch en el MIT y miembro del Instituto de Ingeniería y Ciencia Médica del MIT y del Instituto Ragon del MIT, MGH y la Universidad de Harvard (Estados Unidos). Este enfoque también puede generalizarse a las vacunas para otras enfermedades, señala Chakraborty.
Los investigadores también descubrieron que el esquema de dos dosis induce una respuesta de células T más fuerte. La primera dosis activa las células dendríticas, que promueven la inflamación y la activación de las células T. Luego, cuando llega la segunda dosis, se estimulan aún más células dendríticas, lo que potencia aún más la respuesta de las células T. En general, el régimen de dos dosis resultó en una mejora de cinco veces en la respuesta de las células T y una mejora de 60 veces en la respuesta de los anticuerpos, en comparación con una sola dosis de vacuna.
"Reducir la estrategia de 'dosis progresiva' a dos inyecciones la hace mucho más práctica para su implementación clínica. Además, se están desarrollando varias tecnologías que podrían imitar la exposición a dos dosis en una sola inyección, lo que podría resultar ideal para las campañas de vacunación masiva", afirma Irvine. Los investigadores están estudiando ahora esta estrategia de vacunación en un modelo de primate no humano. También están trabajando en materiales especializados que puedan administrar la segunda dosis durante un período prolongado, lo que podría mejorar aún más la respuesta inmunitaria.