MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
Muchos pacientes de Covid-19 que han sido tratados durante semanas o meses con ventilación mecánica han tardado en recuperar la conciencia incluso después de que se les retirara la sedación. Un nuevo estudio, publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', ofrece la hipótesis de que esta peculiar respuesta podría ser el efecto de un estado similar a la hibernación invocado por el cerebro para proteger las células de las lesiones cuando el oxígeno es escaso.
Un tipo de estado muy similar, caracterizado por el mismo cambio de ritmos cerebrales, no sólo se observa en pacientes con paradas cardíacas tratados mediante el enfriamiento de su temperatura corporal, un método llamado hipotermia, sino también en la tortuga pintada, que ha desarrollado una forma de autosedación para hacer frente a largos períodos de privación de oxígeno, o anoxia, cuando pasa el invierno bajo el agua.
"Proponemos que la hipoxia, combinada con ciertas maniobras terapéuticas, puede iniciar un estado protector regulado a la baja aún no reconocido en los seres humanos, que da lugar a una recuperación prolongada de la conciencia en los pacientes graves de Covid-19 tras el cese de la ventilación mecánica y en los pacientes tras un paro cardíaco tratados con hipotermia", escriben los autores Nicholas D. Schiff y Emery N. Brown.
"En los pacientes graves de Covid-19 postulamos que la combinación específica de hipoxia intermitente, estrés metabólico severo y sedación mediada por GABA puede proporcionar un desencadenante del estado protector regulado a la baja", añaden.
Schiff es profesor Neurología y Neurociencia en el Instituto de Investigación Cerebro-Mente de la Familia Feil en Weill Cornell Medicine, en Estados Unidos, y Brown es catedrático de Ingeniería Médica y Neurociencia Computacional en el Instituto Picower para el Aprendizaje y la Memoria y el Instituto de Ingeniería y Ciencia Médica del MIT, anestesista en el Hospital General de Massachusetts y profesor de anestesia en la Facultad de Medicina de Harvard.
Una observación que motiva la hipótesis de la pareja es que los pacientes con paradas cardíacas tratados con hipotermia, los pacientes de Covid-19 con despertares prolongados tras la sedación y la ventilación, y la tortuga pintada que hiberna, presentan un patrón de ritmo cerebral llamado 'supresión de ráfagas'.
En la misma revista, hace una década, ShiNung Ching, Brown y sus coautores describieron un modelo que sugiere que la supresión de ráfagas es un patrón de actividad que señala que el cerebro está reduciendo el uso de energía cuando no hay suficientes suministros disponibles. De este modo, el cerebro limita el daño que, de otro modo, podrían sufrir las neuronas al intentar funcionar a plena potencia.
"La modelización biofísica ha demostrado que la supresión de ráfagas es probablemente la firma de un estado neurometabólico que preserva la función celular básica durante estados de baja disponibilidad de energía", escriben los autores.
Las tortugas parecen alcanzar este estado aumentando rápidamente la liberación de GABA, un neurotransmisor químico conocido por reducir la actividad neuronal en el cerebro, horas después de que el oxígeno escasee. Esta liberación de GABA, conocida como la "anestesia endógena del cerebro anóxico de las tortugas", reduce la demanda de energía de las células cerebrales. Los autores ven un paralelismo directo en los pacientes de Covid que suelen recibir sedantes cuyos efectos están mediados por el GABA.
Si las hipótesis de Brown y Schiff son correctas, escriben, entonces puede haber un enfoque de principio de dos partes para revivir mejor a los pacientes de Covid desde la inconsciencia después de que se les quite la ventilación.
La primera parte consiste en administrar péptidos de Szeto-Schiller (pequeños fragmentos de proteínas) que se sabe que mejoran la producción de las neuronas de la molécula del metabolismo energético ATP. Esto podría restablecer la capacidad de las células cerebrales para producir energía cuando vuelvan a un estado más activo.
La segunda parte exige un par de fármacos que restablezcan la actividad y la comunicación neuronales mediante el fomento de los neurotransmisores glutamato y acetilcolina, contrarrestando esencialmente la amortiguación de la actividad y el metabolismo neuronales por parte del GABA.
"Nuestro análisis predice la existencia de una forma humana de estado protector regulado a la baja que podría subyacer a la recuperación prolongada de la conciencia tras el tratamiento de Covid-19 grave o el tratamiento de la parada cardíaca tratada con hipotermia --escriben--. La posible existencia de un estado protector regulado a la baja humano sugiere muchas hipótesis comprobables para una mayor investigación y la posibilidad de desarrollar nuevas estrategias terapéuticas".