MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación demuestra que las temporadas de polen comienzan ahora 20 días antes, son 10 días más largas y presentan un 21% más de polen que en 1990, lo que significa más días de problemas para los alérgicos con picor, estornudos y goteo de la nariz, según publican los autores en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Dirigidos por William Anderegg, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, los investigadores encontraron que el cambio climático causado por los humanos desempeñó un papel importante en el alargamiento de la temporada de polen y un papel parcial en el aumento de la cantidad de pólenes.
"El fuerte vínculo entre el clima más cálido y las estaciones del polen proporciona un ejemplo claro de cómo el cambio climático ya está afectando la salud de las personas en los Estados Unidos", destaca Anderegg.
Las alergias al polen en el aire pueden ser más que una simple molestia estacional para muchos. Las alergias están vinculadas a la salud respiratoria, con implicaciones para las infecciones virales, las visitas a urgencias e incluso el rendimiento escolar de los niños. Más polen, que permanece durante una temporada más larga, empeora esos impactos.
Aunque estudios anteriores encontraron que los aumentos en la temperatura y el dióxido de carbono atmosférico, características del cambio climático causado por los humanos, pueden causar una mayor producción de polen en experimentos de invernadero, y que los estudios a pequeña escala muestran un empeoramiento de las estaciones de polen en algunos lugares o en algunas plantas correlacionado con la temperatura, los científicos aún no habían analizado las tendencias del polen a escala continental ni habían calculado la posible contribución del cambio climático. Eso es exactamente lo que Anderegg y sus colegas se propusieron hacer.
"Varios estudios a menor escala, por lo general en invernaderos de plantas pequeñas, habían indicado fuertes vínculos entre la temperatura y el polen --señala Anderegg--. Este estudio revela esa conexión a escalas continentales y vincula explícitamente las tendencias del polen con el cambio climático causado por el hombre".
El equipo compiló mediciones entre 1990 y 2018 de 60 estaciones de conteo de polen en los Estados Unidos y Canadá, mantenidas por la Oficina Nacional de Alergias, que recolectan muestras de polen y moho en el aire, que luego son contadas a mano por contadores certificados.
Las temporadas de polen de hoy comienzan alrededor de 20 días antes que en 1990, lo que sugiere que el calentamiento está causando que el tiempo interno de las plantas (también llamado fenología) comience a producir polen a principios de año.
Pero, ¿podemos decir que los cambios en el polen son resultado del cambio climático? Los investigadores respondieron a esa pregunta aplicando métodos estadísticos a las tendencias del polen junto con casi dos docenas de modelos climáticos.
Los resultados mostraron que el cambio climático por sí solo podría representar alrededor de la mitad del alargamiento de la temporada de polen y alrededor del 8 por ciento del aumento de la cantidad de polen. Al dividir los años de estudio en dos períodos, 1990-2003 y 2003-2018, los investigadores encontraron que la contribución del cambio climático al aumento de las cantidades de polen se está acelerando.