MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
La bulimia es un trastorno alimenticio caracterizado por un ciclo vicioso de episodios repetidos de angustiantes atracones de comida e intentos inapropiados por compensar la ingesta excesiva con vómitos, dietas extremas o el uso indebido de diferentes medicamentos. Estos síntomas suelen ser impulsados por una intensa preocupación por el peso corporal, la forma o la apariencia y, con el tiempo, estas características se vuelven compulsivas y son similares a las de una adicción.
Generalmente, la bulimia emerge en la adolescencia y es mucho más probable que se desarrolle en las mujeres. Se cree que entre el 1 y el 2 por ciento de las mujeres tienen bulimia en algún momento de su vida, un trastorno que está asociado con múltiples complicaciones médicas, y hasta el 4 por ciento de las personas con bulimia mueren prematuramente a causa del trastorno.
Aunque tratamientos existentes, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), son eficaces para muchas personas con bulimia, una proporción sustancial no mejora con este tipo de terapias. Por lo tanto, los investigadores creen que hay una necesidad acuciante de desarrollar nuevas técnicas y están mirando cada vez más hacia las tecnologías basadas en la neurociencia que podrían dirigirse a la base neural subyacente de los trastornos alimentarios, como problemas con el procesamiento de la recompensa o el autocontrol.
Los síntomas clave de la bulimia nerviosa, incluyendo la necesidad de comer compulsivamente y restringir la ingesta de alimentos, se reducen al suministrar electricidad a partes del cerebro mediante estimulación cerebral no invasiva, según concluye una nueva investigación del 'King's College' de Londres, en Reino Unido.
Estudios anteriores publicados por el Grupo de Investigación sobre Trastornos Alimentarios del 'King's' descubrieron que la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr), que ya es un tratamiento aprobado para la depresión en Estados Unidos, resulta eficaz para reducir la ansiedad alimentaria en las personas con bulimia.
UN SISTEMA MENOS COSTOSO Y PORTÁTIL
Este nuevo estudio, publicado en 'PLOS ONE', examinó el uso de la estimulación transcraneal con corriente continua (tDCS), una forma menos costosa y más portátil de estimulación cerebral. TDCS utiliza electrodos colocados en la cabeza para estimular partes específicas del cerebro, lo que podría mejorar la función cognitiva en áreas relacionadas con el procesamiento de las recompensas y el autocontrol. El tratamiento es indoloro y el efecto secundario más común es una ligera picazón o un hormigueo en el cuero cabelludo.
En el estudio, 39 personas recibieron tDCS real y tDCS placebo, con un periodo de al menos 48 horas entre ambas sesiones. Los investigadores usaron cuestionarios antes y después de cada sesión para medir su deseo de comer compulsivamente y una variedad de otros síntomas de la bulimia, como preocupaciones sobre el peso y la forma, restricción de la ingesta de alimentos, niveles de autocontrol y autoestima.
De esta forma, los investigadores encontraron que estos síntomas de la bulimia se redujeron significativamente gracias al tratamiento de tDCS pero no con la sesión de placebo. Por ejemplo, las puntuaciones iniciales en la necesidad de comer compulsivamente disminuyeron en un 31 por ciento después de tDCS.
Los investigadores también utilizaron una tarea de toma de decisiones en la que los participantes tenían que elegir entre una cantidad menor de dinero disponible inmediatamente y una cantidad mayor disponible en tres meses. Así, vieron que las personas mostraron una mayor tendencia a retrasar la gratificación después de la sesión tDCS en comparación con la sesión de placebo, lo que significa que mostraron una toma de decisiones más prudente al esperar mayores recompensas, más que elegir la opción más pequeña y más temprana.
La doctora Maria Kekic, primera autora del estudio, del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia (IoPPN, por sus siglas en inglés), en el 'King's College', de Londres, dice: "Nuestro estudio sugiere que una técnica de estimulación cerebral no invasiva suprime el impulso de comer compulsivamente y reduce la gravedad de otros síntomas comunes en las personas con bulimia nerviosa, al menos temporalmente. Creemos que hace esto mejorando el control cognitivo sobre los rasgos compulsivos del trastorno".
"Aunque se trata de modestos hallazgos tempranos, hay una clara mejoría en los síntomas y las habilidades de toma de decisiones después de una sola sesión de tDCS. Con una muestra más grande y múltiples sesiones de tratamiento durante un periodo de tiempo más largo, es probable que los efectos sean aún más fuertes. Esto es algo que ahora estamos buscando explorar en futuros estudios", añade.
El profesor Ulrike Schmidt, autor principal del estudio, también de IoPPN, concluye: "La ventaja de tDCS es que es mucho menos costosa y más portátil que otras técnicas de estimulación cerebral, lo que plantea la posibilidad de que un día se pueda ofrecer el tratamiento para la auto-administración en el hogar por parte de los pacientes con bulimia. Esto podría ser como un añadido a las terapias de hablar del tema, como la TCC, para mejorar los resultados, o como un enfoque alternativo autónomo".