MADRID 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio ha comprobado que las personas que experimentaron un aumento del estrés, la ansiedad y la depresión al comienzo de la pandemia presentaron un mayor riesgo de contraer Covid-19.
La investigación, publicada en la revista 'Annals of Behavioral Medicine', descubrió que una mayor angustia psicológica durante la fase inicial de la pandemia estaba significativamente asociada a que los participantes declararan más tarde una infección por SARS-CoV-2, un mayor número de síntomas y también síntomas más graves.
La profesora Kavita Vedhara, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nottingham, dirigió el estudio junto con sus colegas del King's College de Londres y la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda).
Investigaciones anteriores han demostrado que factores psicológicos como el estrés y el apoyo social están asociados a una mayor susceptibilidad a las enfermedades respiratorias virales y a síntomas más graves.
Durante la pandemia de Covid-19 se ha producido un deterioro bien documentado del bienestar psicológico y un mayor aislamiento social. El objetivo de este estudio era averiguar si las personas que experimentaron estas dificultades durante la pandemia tenían más riesgo de contraer y/o experimentar los síntomas de Covid-19.
El equipo de expertos llevó a cabo un estudio de observación de casi 1.100 adultos, que completaron encuestas durante abril de 2020 y autoinformaron sobre la incidencia de la infección por Covid-19 y la experiencia de los síntomas durante la pandemia hasta diciembre de 2020.
Se utilizaron modelos de regresión para explorar estas relaciones, teniendo en cuenta factores demográficos y laborales.
Los resultados mostraron que la infección por Covid-19 y los síntomas eran más frecuentes entre quienes experimentaban un elevado malestar psicológico.
La profesora Vedhara resalta que "la importancia de este trabajo radica en que da un giro al debate sobre los aspectos de la pandemia relacionados con la salud mental. Nuestros datos muestran que el aumento del estrés, la ansiedad y la depresión no son sólo consecuencias de vivir con la pandemia, sino que también pueden ser factores que aumentan el riesgo de contraer el SARS-CoV-2", añade.
Por eso, considera que "ahora es necesario seguir trabajando para determinar si la política de salud pública debe cambiar, y de qué manera, para tener en cuenta que las personas más angustiadas de nuestras comunidades parecen estar en mayor riesgo de infección por Covid-19".
Por su parte, la profesora Trudie Chalder, catedrática de psicoterapia cognitivo-conductual del King's College de Londres, recuerda que "trabajos anteriores han mostrado una clara relación entre la angustia y el desarrollo de infecciones víricas que indican una vulnerabilidad. Nuestro estudio descubrió que la angustia estaba asociada a la infección autodeclarada por Covid-19 y el siguiente paso es investigar si esta asociación se encuentra en aquellos con infección confirmada", destaca.