MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
La glutamina podría ayudar a las personas con obesidad a reducir la inflamación del tejido graso y reducir la masa grasa, según un nuevo estudio realizado en el Instituto Karolinska en Suecia y en la Universidad de Oxford en el Reino Unido, según publican en la revista 'Cell Metabolism'.
Los investigadores también muestran cómo los niveles de glutamina pueden alterar la expresión génica en varios tipos de células diferentes, si bien pecisan que se necesita más investigación antes de recomendar suplementos de glutamina como tratamiento para la obesidad.
La glutamina es un aminoácido importante con muchas funciones clave, como proporcionar energía y mantener una buena salud intestinal. También tiene efectos antiinflamatorios, por ejemplo, en los glóbulos blancos y las células T que son importantes para el sistema inmunitario.
En el estudio, los investigadores examinaron cómo los procesos metabólicos diferían en el tejido graso recogido del abdomen de 52 mujeres obesas y 29 no obesas.
Identificaron la glutamina como el aminoácido que mostró las mayores diferencias al comparar los dos grupos. Las personas con obesidad tenían de media niveles más bajos de glutamina en su tejido adiposo que las personas de peso normal.
Los niveles más bajos de glutamina también se asociaron con un mayor tamaño de células grasas y un mayor porcentaje de grasa corporal independientemente del índice de masa corporal (IMC), según el estudio.
"Nuestros resultados sugieren que el tratamiento con glutamina podría ser valioso contra la obesidad y la resistencia a la insulina", señala Mikael Ryden, profesor y médico principal del Departamento de Medicina en Huddinge, Karolinska Institutet y autor del estudio.
"Sin embargo --añade--, sabemos que la glutamina también es importante para la división celular y el metabolismo del cáncer y, por lo tanto, se necesita más investigación sobre los posibles efectos secundarios a largo plazo antes de que la glutamina se pueda recomendar como un suplemento dietético para ayudar a tratar la obesidad y sus complicaciones".
Los investigadores también mostraron a través de una combinación de análisis de animales y células que los niveles de glutamina influyeron en la expresión de diferentes genes y que los niveles bajos de glutamina indujeron un aumento en la expresión de genes proinflamatorios en el tejido adiposo.
Los ratones obesos a los que se les inyectó glutamina durante dos semanas tuvieron menos inflamación del tejido adiposo que los ratones que recibieron una solución salina de control. Su masa de grasa corporal, volumen de células grasas y niveles de glucosa en sangre también se redujeron.
En un análisis de células grasas humanas cultivadas, la expresión de genes proinflamatorios y el contenido de lípidos se atenuaron después de la incubación con concentraciones crecientes de glutamina. Según el estudio, el mayor efecto se observó después del tratamiento con glutamina 5-20 milimolar (mM) durante 11 días.
Los investigadores también estudiaron en detalle lo que sucede dentro de la célula adiposa cuando se alteran los niveles de glutamina. Descubrieron que la glutamina impacta un mecanismo llamado
O-GlcNAcylation que puede controlar los cambios epigenéticos, es decir, cambios en la expresión génica causados por factores ambientales y de estilo de vida en lugar de alteraciones en nuestra secuencia de ADN subyacente.
Las personas con obesidad tenían niveles más altos de O-GlcNAcylation en su tejido graso, mientras que los ratones y las células humanas tratadas con glutamina tenían niveles más bajos de O-GlcNAcylation en el núcleo celular.
"Nuestro estudio muestra que la glutamina es antiinflamatoria en el tejido adiposo al cambiar la expresión génica en varios tipos de células diferentes --añade Mikael Ryden--. Esto significa que la falta de glutamina, que puede ocurrir durante la obesidad a largo plazo, podría conducir a cambios epigenéticos que alimentan la inflamación en el cuerpo".
Según los investigadores, se necesita más investigación para comprender completamente qué genes y procesos celulares son los más afectados.