MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de científicos dirigido por la Universidad Nacional de Pusan (Corea del Sur) ha realizado un metaanálisis actualizado para aclarar de forma concluyente la relación entre el consumo de alcohol y la epilepsia.
La epilepsia, un trastorno neurológico común asociado a la estigmatización, las comorbilidades psiquiátricas y el aumento de los costes sanitarios, afecta a unos 50 millones de personas en todo el mundo. Un factor de riesgo común asociado al desarrollo de la epilepsia y las convulsiones es el consumo de alcohol.
Varios estudios se han centrado en cómo el consumo de alcohol conduce a las convulsiones provocadas, que suelen producirse debido a la abstinencia de alcohol, o a la intoxicación alcohólica grave.
Sin embargo, muy pocos se centran en la relación entre el consumo de alcohol y las crisis no provocadas. Uno de estos estudios fue un meta-análisis realizado en 2010, que analizó seis estudios de casos y controles y encontró que los consumidores de alcohol eran más propensos a desarrollar convulsiones no provocadas.
Curiosamente, los datos de estudios de cohortes recientes contradicen estos hallazgos, lo que implica que no existe una asociación entre el consumo de alcohol y la epilepsia.
Para este nuevo metaanálisis, publicado en la revista científica 'Drug and Alcohol Dependence', el equipo incluyó un total de 8 estudios, que incluían 5 estudios de casos y controles y 3 estudios de cohortes. Además, realizaron un análisis sobre los datos extraídos de estos estudios, para evaluar la relación dosis-respuesta entre el consumo de alcohol y la epilepsia.
Los resultados sugirieron que, en general, los bebedores de alcohol tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar epilepsia, en comparación con los no bebedores. El análisis de los estudios de casos y controles reveló una relación dosis-respuesta positiva y significativa, lo que implica que el riesgo de epilepsia aumenta con el incremento de la ingesta de alcohol. Estos resultados son coherentes con meta-análisis anteriores.
Un hallazgo importante fue que los estudios de cohortes no mostraron una asociación positiva entre la ingesta de alcohol y la epilepsia. De hecho, 2 de cada 3 estudios de cohortes sugirieron que la ingesta de alcohol reduce el riesgo de epilepsia.
"Se necesitan más estudios de cohortes de gran tamaño en la población general para afirmar una relación causal definitiva entre el consumo de alcohol y la epilepsia y para identificar un posible umbral", sugieren los investigadores.