Los errores en la cicatrización podrían verse afectados por factores ambientales
BARCELONA, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio en el que ha participado un investigador del Departamento de Medicina y Ciencias de la vida de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, Carlos Pardo, ha revelado que enfermedades crónicas como la inflamación, el cáncer o la fibrosis podrían deberse a la acumulación de heridas mal curadas.
El trabajo, publicado en la revista científica 'Science', ha revisado más de 150 artículos científicos publicados durante los últimos 150 años para explorar errores en procesos de cicatrización y reparación de tejidos, informa la UPF en un comunicado de este martes.
FACTORES AMBIENTALES COMO CAUSA
El aumento de datos ómicos de la última década ha evidenciado que las mutaciones genéticas del ADN no son suficientes para explicar la aparición de la inflamación, el cáncer y la fibrosis, sino que hay que tener en cuenta también factores ambientales, según el estudio.
Los autores proponen que factores como la obesidad, sustancias irritantes, contaminación, microplásticos e infecciones microbianas contribuyen a que los procesos de reparación de heridas, ya de por si imperfectos, acumulen más errores con la edad.
Estos errores provocarían cambios en las funciones de las células encargadas de dar respuestas inflamatorias, fibróticas y de multiplicación celular, provocando la aparición de la inflamación, la fibrosis y el cáncer.
INVESTIGACIÓN Y POLÍTICAS PÚBLICAS
Aunque la capacidad de controlar la exposición ambiental a la contaminación, los microplásticos, el humo, el envejecimiento o los virus puede ser limitada, entender cómo contribuyen al avance de las enfermedades permitiría diseñar mejores maneras de tratarlas y prevenirlas.
Por ejemplo, identificar las peculiaridades de la señalización en heridas respecto a tejidos intactos podría ayudar a los investigadores a encontrar mejores tratamientos contra el cáncer o la fibrosis.
Además, políticas de salud pública destinadas a reducir contaminantes del aire, microplásticos y elementos nocivos en nuestra alimentación podrían jugar un papel "crucial" en la prevención de enfermedades, como se ha visto con las limitaciones contra el tabaquismo.