MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un estudio publicado en la revista científica 'mBio' ha evidenciado que los niveles de anticuerpos en la sangre de los pacientes de COVID-19 caen rápidamente durante las semanas posteriores a que sus cuerpos hayan eliminado el virus y los síntomas hayan disminuido.
Los autores concluyeron que si se demuestra que el plasma de convalecencia tiene un claro beneficio, entonces debe ser recolectado durante un período específico de tiempo después de la recuperación. Sin embargo, los pacientes en recuperación no pueden donar sangre hasta al menos 14 días después de que los síntomas hayan remitido, para dar tiempo al cuerpo a eliminar las partículas virales.
En ausencia de tratamientos aprobados y efectivos para COVID-19, algunos hospitales han estado tratando a pacientes con síntomas severos de COVID-19 con plasma sanguíneo de pacientes en recuperación. La sangre de los pacientes recuperados contiene anticuerpos que actúan contra el coronavirus. Si bien el plasma aún no ha mostrado un beneficio en los ensayos aleatorios, algunos pequeños estudios retrospectivos sugieren que puede reducir la gravedad de la enfermedad y reducir el tiempo de hospitalización.
"No queremos hacer una transfusión del virus, solo una transfusión de anticuerpos. Pero al mismo tiempo, nuestro trabajo muestra que la capacidad del plasma para neutralizar las partículas virales está disminuyendo durante esas primeras semanas", explica uno de los autores de esta investigación, Andrés Finzi, de la Universidad de Montreal (Canadá).
La proteína de punta del SARS-CoV-2 juega un papel crucial en ayudar al virus a invadir las células huéspedes. Los anticuerpos producidos por el sistema inmune del cuerpo se unen a una parte de esta proteína y bloquean la capacidad de esta 'llave' para engancharse a la 'cerradura' celular del huésped, evitando que la partícula viral infecte a una célula huésped.
Estudios previos sugieren que los anticuerpos contra la proteína de punta del SARS-CoV-2 alcanzan su pico 2 o 3 semanas después del inicio de los síntomas. Los hallazgos de un estudio transversal anterior del grupo de Finzi, en el que participaron más de 100 pacientes, sugirieron que la capacidad del plasma para neutralizar el virus disminuyó significativamente entre 3 y 6 semanas después de la aparición de los síntomas.
En este nuevo estudio longitudinal, los investigadores analizaron muestras de sangre recogidas en intervalos de un mes de 31 individuos que se recuperaban de COVID-19. Midieron los niveles de inmunoglobulinas que actúan contra la proteína S del coronavirus y comprobaron la capacidad de los anticuerpos para neutralizar el virus.
Los investigadores observaron la variación en el nivel de los pacientes individuales pero identificaron una señal global consistente: los niveles de inmunoglobulinas G, A y M que se dirigen al sitio de unión disminuyeron entre 6 y 10 semanas después del comienzo de los síntomas. Durante el mismo período de tiempo, la capacidad de los anticuerpos para neutralizar el virus disminuyó de manera similar.
El grupo de Finzi ha seguido estudiando las muestras de sangre de los pacientes. Entender cómo cambian los niveles de anticuerpos a lo largo del tiempo es fundamental no solo para optimizar el uso del plasma convaleciente, sino también para entender la eficacia de la vacuna y si las personas previamente infectadas corren el riesgo de volver a infectarse.