Elaborado por Dantz y la UPV/EHU, constata que el género arrastra rechazo en Euskadi desde su época de mayor auge a finales de los 90
BILBAO, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio psicosocial realizado por Dantz y la UPV/EHU concluye que el gusto por la música electrónica en Euskadi está relacionado "positivamente" con el bienestar psicológico pero que "la fuerte estigmatización" y "la baja autoestima" colectiva entre sus seguidores procede del rechazo que cosechó en la época de mayor auge de la cultura de club, a finales de los 90 y principios de los 2000.
El proyecto, denominado Sound Minds, se llevó a cabo en dos fases de la mano del laboratorio de proyectos y marca cultural que tiene como eje la música electrónica y de vanguardia Dantz y del Departamento de Psicología Social de la UPV/EHU.
Según han explicado sus resposanbles en un comunicado, en la primera parte del estudio, 222 personas (74 mujeres, 143 hombres, 5 no binarias) implementaron un cuestionario donde se midió el gusto musical, la identidad y la autoestima ligada a la música electrónica, la motivación por participar en actividades musicales, los valores y el bienestar psicológico.
En segundo lugar, en el marco del Dantz Festival 2023, se llevó a cabo un encuentro de diálogo con 25 personas vinculadas a la música electrónica, donde se establecieron grupos de discusión para reflexionar sobre el presente, pasado y futuro de la música electrónica en tanto espacio social.
El informe constata entre sus conclusiones que "la presencia de emociones positivas y la ausencia de emociones negativas son muy destacables en este estudio, que en sus resultados se muestra muy alejado de conceptos como la agresividad o la violencia".
RESULTADOS CUANTITATIVOS
Los resultados más destacables del estudio señalan que el gusto por la música electrónica está relacionado, de manera positiva, con emociones como la felicidad, la trascendencia, la ternura, la nostalgia, la tranquilidad, la energía o la alegría, y, de manera negativa, con la agresividad o la tensión.
También, que este género está vinculado, de forma positiva, con valores postmaterialistas como la participación social, la libertad de expresión o la protección del medio ambiente, así como con el bienestar psicológico.
Asismimo, el estudio constata que la identidad social ligada a la música electrónica presenta niveles intermedios, mientras que se han encontrado niveles bajos de autoestima colectiva, de manera que la identidad colectiva no se relaciona con el gusto por la música electrónica, y la autoestima colectiva se relaciona de manera positiva.
CUALITATIVOS
El apartado cualitativo tuvo como finalidad "contextualizar" los resultados de la fase cuantitativa y, a partir de los resultados de los grupos de discusión, el análisis permite inferir, entre otras conclusiones, que "la baja autoestima colectiva ligada a la música electrónica puede estar ligada a la fuerte estigmatización" que sufrió, especialmente durante la época de mayor auge de la cultura de club en Euskal Herria (finales de los 90, principios de los 2000).
Igualmente, el origen de esta "estigmatización" se produjo tanto desde los espacios socioculturales hegemónicos (conservadores, mainstream), como desde los espacios contraculturales (de izquierda, ligados al Rock Radical Vasco), señala.
Para los responsables del informe, el "estigma" creado desde la sociedad vasca sobre la electrónica se ha asentado en una posición con "gran hipocresía", ya que la presencia de drogas era algo común a la mayoría de espacios festivos, tanto en los más mainstream, como en los ligados al mundo abertzale y al Rock Radical Vasco.
Por último, el estudio concluye que "la construcción del presente y el futuro de la música electrónica pasa por la creación de nuevos espacios y nuevos formatos donde poder disfrutar de ella, y para poder generar espacios sostenidos que movilicen nuevas formas de identificación colectiva con la electrónica".
El contenido del informe será presentado este martes, 19 de marzo, a las 19.00 horas por el director y fundador de Dantz, Jokin Telleria, y por el profesor de Psicología Social de la UPV/EHU, Xavi Mínguez, quienes detallarán sus conclusiones en torno a los determinantes psicosociales de la música electrónica, en un encuentro de socios de Kontenedora, asociación de cultura transformadora con sede en San Sebastián.