Un estudio sobre el comportamiento de los bebés podría ayudar a detectar el autismo en su primer año de vida

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Publicado: miércoles, 23 abril 2025 18:38

MADRID 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de investigadores del Centro Thompson para el Autismo y el Neurodesarrollo de la Universidad de Misuri-Columbia (Estados Unidos) ha descubierto que un análisis sobre el comportamiento de los bebés a los nueve meses de edad puede indicar la probabilidad de que estos muestren signos de autismo al alcanzar su primer año de vida, cuando generalmente se diagnostica en niños de entre tres y cinco años.

El estudio, publicado en la revista 'Pediatric Research', ha consistido en que padres de bebés de nueve meses respondiesen a a una encuesta sobre el temperamento y la adaptabilidad de sus bebés, valorando comportamientos como el llanto frecuente, la irritabilidad, la dificultad para calmarse y la dificultad para adaptarse a nuevos entornos.

A los doce meses, completaron un cuestionario de detección de autismo que evaluó las habilidades de comunicación, la sensibilidad sensorial y las conductas restrictivas o repetitivas, y midiendo si los bebés respondían a sus nombres o se sentían abrumados por ruidos fuertes como el de las aspiradoras.

"Lo que encontramos fue que los bebés de nueve meses que se notificaron como más inquietos tuvieron más dificultades para adaptarse, más dificultades para dormir y más retrasos en el logro de los hitos del desarrollo y fueron más propensos a mostrar signos de autismo temprano a los doce meses", ha afirmado el investigador principal del estudio y profesor de pediatría, Stephen Sheinkopf.

Aunque estos resultados podrían beneficiar a los bebés de una intervención temprana y dar a los pediatras un barómetro para usar al evaluar el desarrollo infantil, Sheinkopf ha resaltado que aún es "demasiado pronto" para saber si estos signos conducen a un diagnóstico formal.

Los científicos continúan recopilando gran cantidad de información sobre los bebés durante su primer año de vida, incluyendo mediciones de vanguardia del llanto infantil, y teniendo en cuenta las descripciones de los padres sobre el desarrollo de sus bebés, pues son "intuitivos" y "expertos en sus hijos", motivo por el que están intentando crear mejores maneras de medir lo que perciben.

"Los padres a menudo me cuentan las conversaciones que tienen con su médico sobre los patrones de llanto de su bebé o su dificultad para calmarse. Les alegra ver que estamos investigando este tema y les interesa mucho que estas características infantiles también se midan a una edad más temprana", ha manifestado el investigador posdoctoral del Centro Thompson Erin Andres.

Los investigadors creen que este proyecto podría aportar en el futuro información para los algoritmos de aprendizaje automático y de registros médicos electrónicos, lo que ayudará a identificar a los niños con mayor riesgo de autismo, retrasos en el lenguaje u otras diferencias en el desarrollo, y garantizar que reciban el apoyo que necesitan.

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