MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación llevada a cabo en la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, ha descubierto diferencias en la activación de las vías inmunitarias ante la infección de la gripe entre individuos de ascendencia genética europea y africana, según publican en la revista 'Science'.
Muchos de los genes que se asociaron a estas diferencias en la respuesta inmunitaria a la gripe también están enriquecidos entre los genes que se correlacionan con la gravedad de la enfermedad COVID-19.
"El laboratorio ha estado interesado en comprender cómo los individuos de diversas poblaciones responden de manera diferente a las enfermedades infecciosas --explica la primera autora, Haley Randolph, estudiante de posgrado en la UChicago--. En este estudio, queríamos observar las diferencias en la forma en que varios tipos de células responden a la infección viral".
Utilizando la secuenciación del ARN de una sola célula, los investigadores pudieron examinar los patrones de expresión génica en las células sanguíneas mononucleares periféricas, un conjunto diverso de células inmunitarias especializadas que desempeñan funciones importantes en la respuesta del organismo a la infección.
Recogieron estas células de hombres de ascendencia europea y africana y luego las expusieron a la gripe en un entorno de laboratorio. Esto permitió al equipo examinar las firmas genéticas de una variedad de tipos de células inmunitarias y determinar cómo la infección con el virus de la gripe afectaba a la expresión genética de cada tipo de célula.
Los resultados demostraron que los individuos de ascendencia europea mostraban un aumento de la actividad de la vía del interferón tipo I durante la infección temprana de la gripe.
"Los interferones son proteínas fundamentales para combatir las infecciones víricas --afirma el autor principal, el doctor Luis Barreiro, profesor asociado de Medicina en la UChicago--. En la COVID-19, por ejemplo, la respuesta del interferón tipo I se ha asociado con diferencias en la gravedad de la enfermedad".
Es más, esta mayor activación de la vía se correlacionó con una mayor capacidad para dificultar la replicación del virus y una mayor capacidad para limitar la replicación viral en un momento posterior.
"La inducción de una fuerte respuesta de la vía del interferón de tipo I en una fase temprana de la infección impide que el virus se replique y, por tanto, puede tener un impacto directo en la capacidad del organismo para controlar el virus --subraya Barreiro--. Inesperadamente, esta vía central de nuestra defensa contra los virus parece estar entre las más divergentes entre individuos de ascendencia africana y europea".
Los investigadores observaron una variedad de diferencias en la expresión de los genes en distintos tipos de células, lo que indica que la variación de la respuesta inmunitaria no puede aislarse en un solo tipo de célula inmunitaria, sino que conecta una constelación de células que trabajan juntas para combatir la enfermedad.
Esta diferencia en la activación de las vías inmunitarias podría contribuir a las disparidades en los resultados de la gripe entre los distintos grupos raciales; los estadounidenses negros no hispanos tienen más probabilidades de ser hospitalizados debido a la gripe que cualquier otro grupo racial.
Sin embargo, los investigadores se apresuran a precisar que estos resultados no constituyen una prueba de las diferencias genéticas en la susceptibilidad a la enfermedad. En su lugar, otros factores ambientales y de estilo de vida que pueden diferir entre los grupos raciales podrían estar influyendo en la expresión genética, lo que a su vez podría afectar a la respuesta inmunitaria.
"Hay una fuerte relación entre la respuesta al interferón y la proporción del genoma que es de ascendencia africana, lo que podría hacer pensar que es genético, pero no es tan simple --puntualiza Barreiro--. "La ascendencia genética también se correlaciona con las diferencias ambientales. Mucho de lo que estamos captando podría ser el resultado de otras disparidades en nuestra sociedad, como el racismo sistémico y las desigualdades en la atención sanitaria".
Añade que, "aunque algunas de las diferencias que mostramos en el trabajo pueden vincularse a una variación genética específica, lo que demuestra que la genética desempeña algún papel, dichas diferencias genéticas no son suficientes para explicar completamente las diferencias en la respuesta al interferón".
Estas diferencias en la susceptibilidad a la infección viral pueden extenderse más allá del virus de la gripe. Cuando los investigadores compararon una lista de genes asociados con las diferencias en la gravedad de la enfermedad de COVID-19, muchos de los mismos genes mostraron diferencias significativas en su expresión tras la infección de la gripe entre individuos de ascendencia africana y europea.
"No estudiamos muestras de pacientes de COVID-19 como parte de este estudio, pero el solapamiento entre estos conjuntos de genes sugiere que puede haber algunas diferencias biológicas subyacentes, influidas por la ascendencia genética y los efectos ambientales, que podrían explicar las disparidades que vemos en los resultados de COVID-19", señala Barreiro.
Los investigadores están estudiando con más detalle ésta y otras cuestiones relacionadas. La esperanza, dicen, es averiguar qué factores contribuyen a las diferencias en la respuesta al interferón, y a las respuestas inmunitarias en general, para predecir mejor el riesgo individual de enfermedad.