MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El 85 por ciento de las personas que tienen una mala calidad del sueño u otras alteraciones del descanso, como el insomnio, padecen la enfermedad del ojo seco, según las conclusiones del 'Proyecto ojo seco', un estudio de IMO Grupo Miranza en colaboración con AdSalutem (Instituto del Sueño), que se ha llevado a cabo entre 2019 y 2023.
La córnea, superficie ocular carente de vasos sanguíneos, se nutre de los que se hallan en el párpado superior (conjuntiva), lo que permite que la película lagrimal se regenere durante las horas de sueño. De esta forma, según el estudio clínico, la falta de sueño puede incidir en esta 'puesta a punto' de la córnea, dando lugar a un cuadro de sequedad ocular.
"Ciertas personas no cierran el ojo por completo durante el sueño, dejándolo expuesto al exterior e impidiendo, por tanto, que el párpado pueda cumplir su función anatómica de proteger la superficie del ojo correctamente. Este hecho, hace que aparezca o empeore la sequedad ocular", ha explicado la oftalmóloga de IMO Grupo Miranza, y una de las investigadoras principales del estudio, Cecilia Salinas.
Asimismo, la especialista ha advertido que esta no es la única condición que relaciona párpados y ojo seco. "Existe un síndrome conocido como párpado laxo (flácido), que puede detectarse fácilmente en una exploración oftalmológica rutinaria y que, frecuentemente, está ligado a enfermedades pulmonares crónicas, también asociadas con el sueño. Cuando lo detectamos en la consulta oftalmológica, recomendamos al paciente que visite también al médico generalista y al oftalmólogo oculoplástico, ya que, al mismo tiempo, provoca mal cierre palpebral nocturno", ha subrayado Salinas.
Cuando el ojo seco ya se manifiesta, las molestias que genera dificultan la conciliación y mantenimiento del sueño, lo que desencadena un círculo vicioso que empeora tanto el descanso como la sequedad ocular. De hecho, otro de los aspectos que el 'Proyecto ojo seco' destaca es que una mayor severidad del ojo seco está relacionada con una peor calidad y eficiencia del sueño.
Más allá del sueño, la oftalmóloga recuerda que existen otras condiciones que pueden estar implicadas en el ojo seco, como una enfermedad multifactorial. En este sentido, señala que las más frecuentes son la edad, ya que la incidencia aumenta conforme envejecemos (especialmente, en mujeres, después de la menopausia), ciertos fármacos (antidepresivos o antipsicóticos) y algunas enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide o el síndrome de Sjgren, estrechamente ligado al ojo seco.