MADRID 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un estudio liderado por el Hospital 12 de Octubre ha demostrado que el seguimiento en remoto de pacientes con insuficiencia cardiaca reduce un 50% tanto la hospitalización como las descompensaciones ambulatorias, además de comprobar que en el 80% de los casos se podía tratar a los pacientes de manera telemática evitándoles acudir al centro hospitalario.
En concreto, se ha llevado a cabo un estudio en el que participan 19 centros y 400 pacientes que prueba que el seguimiento en remoto de pacientes con insuficiencia cardiaca reduce la necesidad tanto de hospitalización como de atención ambulatoria imprevista en un 50 por ciento.
Se trata de un trabajo que demuestra por primera vez que el seguimiento protocolizado del algoritmo multiparamétrico HeartLogic, del que disponen algunos desfibriladores automáticos implantables (DAI), mejora el pronóstico del paciente.
"Los resultados de este estudio demuestran que el seguimiento en remoto reduce la hospitalización por insuficiencia cardiaca un 50 por ciento. No solo las descompensaciones más graves, las que suponen hospitalización, sino también las descompensaciones ambulantes que obligan al ajuste de medicación que, igualmente se reducen en torno a la mitad", ha destacado.
En este sentido, el doctor Javier de Juan Bagudá, responsable del Programa Transversal de Insuficiencia Cardiaca del Hospital 12 de Octubre, investigador del CIBERCV y primer autor de este trabajo, ha destacado la necesidad de llevar a la práctica clínica estas herramientas protocolizadas.
"Nos interesa tener monitorizado continuamente al paciente para poder ver a partir signos tempranos si se desestabiliza la enfermedad con el fin de evitar que vaya a mayores y haya que hospitalizar", ha destacado el especialista.
Al hilo, ha indicado que utilizar esta herramienta protocolizada "puede mejorar el pronóstico de los pacientes". Así, ha subrayado que se reducen el número de descompensaciones, te adelantas al tratamiento y se evitan eventos clínicos.
SOBRE EL PROCOLO DE SEGUIMIENTO REMOTO
Para la realización del estudio, una enfermera formada se ha encargado de la revisión una vez por semana a distancia de los datos en cada uno de los centros de estudio. Cuando el paciente entraba en fase de alerta de HeartLogic y persistía más de una semana, se contactaba con el paciente por teléfono.
La consulta telefónica incluía una verificación de los signos o síntomas de agravamiento de la insuficiencia cardiaca, los cambios en el tratamiento relacionado o no con la insuficiencia cardiaca y la aparición de eventos clínicos.
En el caso de que no hubiera signos ni síntomas de deterioro del estado clínico, se proporcionaba a los pacientes educación sanitaria sobre la adherencia al tratamiento y recomendaciones de estilo de vida, y se programaba una nueva evaluación a distancia en un plazo de dos semanas.
Por contra, si había signos o síntomas de insuficiencia cardiaca, la enfermera comentaba el caso con el cardiólogo responsable del paciente. Las posibles acciones adoptadas fueron reforzar la adherencia al tratamiento y medidas higiénico-dietéticas, el ajuste de la medicación actual, la adición o el cambio de otros fármacos, la reprogramación del dispositivo y la cardioversión (procedimiento médico en el que se utiliza una descarga eléctrica momentánea y de baja energía para restablecer un ritmo cardíaco normal).
Se realizaron visitas en la consulta si se consideraban necesarias para evaluar el estado de descompensación del paciente mediante una exploración clínica presencial o para aplicar medidas terapéuticas específicas.
SOBRE EL DAI CON HEARTLOGIC
El DAI con el algoritmo multiparamétrico de HeartLogic tiene, además de la función de desfibrilador, otros sensores que miden parámetros biológicos que se correlacionan con las descompensaciones que puede sufrir el paciente con insuficiencia cardiaca (primer y tercer ruidos cardiacos mediante acelerómetro, impedancia intratorácica, frecuencia respiratoria, cociente de la frecuencia respiratoria respecto al volumen corriente, frecuencia cardiaca nocturna y actividad del paciente).
Gracias a un algoritmo con varios parámetros que combina la información de esas variables, arroja una cifra ya validada que, una vez superada, ha mostrado relacionarse con un aumento del riesgo de descompensación. Esta tecnología se introdujo en España en 2018 y su utilidad fue validada en 2022.
En este trabajo se ha probado su uso en la práctica clínica a partir de un protocolo de seguimiento estandarizado, aplicado por el personal de Enfermería y basado en la gestión a distancia de las alertas HeartLogic, sobre los resultados clínicos en los pacientes portadores de este tipo de desfibriladores.
El objetivo primario fueron las hospitalizaciones por Insuficiencia Cardiaca o la mortalidad total; el objetivo secundario, las descompensaciones ambulatorias. Se compararon los periodos de 12 meses anteriores y posteriores a la adopción del protocolo.