MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Children's Minnesota (Estados Unidos) ha demostrado que existe una asociación entre las distintas variantes del SARS-CoV-2 y la proporción de niños con crup, una infección de las vías respiratorias superiores que bloquea la respiración y presenta una tos característica, así como a los ingresos en el hospital y en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
Los resultados de este estudio transversal, publicado en la revista científica 'JAMA', amplían los recientes estudios que muestran que las hospitalizaciones por crup relacionado con la COVID-19 aumentaron tras la aparición de la variante ómicron.
Otra investigación en Estados Unidos descubrió que el porcentaje de niños diagnosticados de SARS-CoV-2 hospitalizados con infecciones de las vías respiratorias superiores aumentó significativamente en los periodos anteriores a ómicron (1,4%) en comparación con ómicron (4,1%).
La tasa de hospitalización fue mayor en este estudio, lo que "puede estar asociado al uso de los códigos CIE-10 en lugar de los resultados positivos de las pruebas de SARS-CoV-2 para los datos de COVID-19", justifican los autores.
En el estudio, se identificaron 5.152 niños con crup relacionado con COVID-19 (3.329 [64,6%] varones). La proporción de niños con crup relacionado con COVID-19 aumentó significativamente durante el periodo ómicron (10,9%) en comparación con los periodos Alfa u otra variante (4,1%) y Delta (3,6%).
Las probabilidades de hospitalización durante los períodos Alfa u otra variante o Delta no fueron significativamente diferentes en comparación con el período de predominio de ómicron. El tratamiento con epinefrina racémica (ER) fue menos probable durante el periodo Delta y no difirió en los periodos Alfa u otras variantes en comparación con el periodo de predominio de ómicron. La frecuencia de ingreso en la UCI no fue estadísticamente diferente en los distintos periodos.
Los resultados de la asociación con la gravedad del crup relacionada con la COVID-19 fueron mixtos en este estudio. En primer lugar, observaron un aumento significativo de la proporción de niños que requerían ER durante los períodos Alfa u otra variante y ómicron en comparación con el período de predominio Delta.
Sin embargo, tampoco observaron diferencias en la mediana del número de dosis de ER, que fue comparable a una estimación anterior a la COVID-19. La tasa global de ingresos en la UCI en su muestra fue inferior a la descrita antes de la COVID-19, lo que puede estar asociado a las limitaciones de la capacidad de la UCI o, alternativamente, a una menor gravedad de la enfermedad.
"Dado que es probable que el COVID-19 se convierta en endémico, nuestros hallazgos sugieren que los sistemas de salud pediátrica deben considerar la variación de los fenotipos del SARS-CoV-2 y su asociación con la atención a los pacientes. Esto puede ser especialmente cierto cuando otras infecciones víricas provocan un aumento del volumen de pacientes", explican los autores.