MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han participado en un estudio internacional que ha demostrado por primera vez que las alteraciones en el índice de saturación de los ácidos grasos se asocian al desarrollo del asma.
El hallazgo, publicado en el último número de la revista 'Allergy', puede facilitar el diseño de nuevas estrategias terapéuticas para mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por esta enfermedad respiratoria y reducir el gasto sanitario asociado.
En concreto, han identificado los niveles de ácidos grasos en plasma de pacientes asmáticos obesos y no, así como de no asmáticos, obesos y no. Y los resultados demuestran que en los pacientes asmáticos no obesos la relación entre los niveles de ácidos grasos saturados e insaturados se encuentra disminuida.
"Se demuestra por primera vez que las alteraciones en el grado de saturación de los ácidos grasos circulantes en plasma se asocian al desarrollo de asma y a la gravedad de la enfermedad", ha explicado Mar Martín-Fontecha, investigadora del departamento de Química Orgánica I de la UCM y una de las autoras del estudio.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos estudiaron la actividad de la estearoil-coenzima A desaturasa, enzima implicada en la biosíntesis de ácidos grasos monoinsaturados en pacientes a los que se había fenotipado clínicamente de manera exhaustiva.
Además, se han llevado a cabo estudios inmunológicos y bioquímicos pormenorizados en distintas muestras biológicas tomadas de los pacientes, así como determinaciones de los niveles de ácidos grasos de cadena media-larga saturados e insaturados en muestras de suero utilizando cromatografía líquida acoplada a espectrometría de masas.
MAYOR SUSCEPTIBILIDAD DE INFECCIONES VIRALES
En este trabajo también se ha demostrado en modelos animales y cultivos celulares que la inhibición de esta enzima se asocia con hiperreactividad bronquial y con una mayor susceptibilidad de infecciones virales, "aspectos claramente característicos y asociados al asma grave no controlado", ha apuntado Óscar Palomares, investigador del departamento de Bioquímica y Biología Molecular I y coautor del estudio.
Los investigadores de la UCM recuerdan que los pacientes con asma grave no responden de manera adecuada a la medicación convencional (corticoides inhalados o bronquiodilatadores) o requieren dosis muy elevadas de los mismos para mantener controlado su asma y que son los que presentan mayor riesgo de sufrir ataques con consecuencias potencialmente letales.
"Para estos pacientes, especialmente para aquellos caracterizados por una respuesta inmune distinta a la de tipo 2, actualmente, las alternativas terapéuticas son mínimas. Por ello, nuevas estrategias terapéuticas en asma grave son esenciales para mejorar la calidad de vida de estos pacientes, reducir el número de eventos fatales asociados al asma y reducir el gasto sanitario asociado", según Palomares.