MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Plymouth en Reino Unido, en colaboración con Nestlé, han revelado nuevos conocimientos sobre los factores biológicos y fisiológicos que predisponen a niños a desarrollar diabetes tipo 2 en la edad adulta.
Estos hallazgos han surgido a partir del estudio 'Earlybird', que hizo seguimiento a 300 niños sanos en Plymouth durate 15 años para determinar quién correría el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y por qué. En concreto, los investigadores analizaron cómo cambiaba el metabolismo con el crecimiento, desde los cinco años hasta una edad adulta temprana.
Los últimos resultados se han publicado en 'Diabetes Care' y han demostrado que el primer factor que conduce a la prediabetes (los primeros signos de diabetes) es la "disfunción de las células beta pancreáticas", con independencia del peso corporal. Estas células del páncreas son las que producen la insulina, encargada de regular los niveles de azúcar en la sangre. El estudio ha señalado que la disfunción de estas células beta se asocia con factores genéticos previamente asociados con diabetes tipo 2 en adultos.
"La creciente prevalencia de diabetes tipo 2 es uno de los mayores desafíos de salud a nivel mundial, y existe una necesidad urgente de desarrollar estrategias efectivas para la intervención y prevención tempranas", ha alertado Jon Pinkney, profesor de Endocrinología y Diabetes en la Facultad de Medicina de la Península de la Universidad de Plymouth y Médico Consultor Honorario en Endocrinología y Diabetes en los Hospitales Universitarios Plymouth NHS Trust.
El experto reconoce esta investigación como una posibilidad para el "asesoramiento individualizado" y la "intervención temprana" de cara a reducir los riesgos de una futura diabetes tipo 2 en la infancia.
A sus declaraciones se suma Franois-Pierre Martin, experto en metabolismo que dirigió la colaboración en Nestlé, que explica que si bien la disfunción de las células beta es "independiente del peso corporal", el aumento de peso posterior durante la pubertad "agrava" la progresión de prediabetes a diabetes. "Esto enfatiza la importancia de las intervenciones nutricionales y de estilo de vida en la infancia para reducir los riesgos de desarrollar diabetes", ha añadido.
Asimismo, el experto en genética de Nestle Research, Jrg Hager, ha asegurado que la investigación tiene "implicaciones importantes" para identificar a niños con potencial de desarrollar diabetes por medio de marcadores genéticos. Los nuevos descubrimientos, según explica, permitirán desarrollar "nuevos abordajes nutricionales" que apunten a la "respuesta de la insulina a la comida y la capacidad del cuerpo para regular la cantidad de azúcar en sangre".
EL ESTUDIO DURANTE LA INFANCIA
El estudio 'Earlybird' comenzó a funcionar a principios de la década de los 2000 cuando la idea de que los niños pudieran desarrollar diabetes tipo 2 era "casi desconocida", pero los investigadores han mantenido una alta proporción de niños participantes durante el período que ha durante el estudio.
Con ello, se ha conseguido recopilar datos metabólicos y genéticos a lo largo de un largo período de la infancia, que los expertos consideran como "únicos". Gracias a estos datos, según reconocen, se han podido realizar "descubrimientos vitales sobre las relaciones entre el estilo de vida, la genética y la salud".