PALMA 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio elaborado por la Associació Endavant ha revelado que las técnicas de salud emocional con perspectiva de género facilitan la inserción sociolaboral de las mujeres en riesgo de exclusión social.
Es una de las conclusiones extraídas de la investigación llevada a cabo a partir de las experiencias de un grupo de mujeres migrantes que participan en un curso de ocupación profesional en el área de la logística y la compraventa organizado por el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS).
Según ha informado Pimem --de la que es socio Endavant-- en un comunicado, el estudio emplea un enfoque de género en los programas de salud emocional --la gestión del estrés, la ansiedad o la depresión, por ejemplo-- para mejorar la eficacia de la atención a mujeres en la formación ocupacional.
"La aplicación de este programa se alinea con la necesidad de proporcionar a las mujeres herramientas para lograr sus objetivos vitales, y para combatir la violencia simbólica y todo tipo de violencias que sufren por el solo hecho de ser mujeres", ha explicado la coordinadora de la investigación, la socióloga Marielva Rísquez.
El estudio, ha señalado, ha permitido demostrar que el abordaje de la salud emocional "es esencial para prevenir la violencia machista" y que les ayuda a identificar y actuar ante los riesgos de violencia.
LAS PRINCIPALES CONCLUSIONES
Las mujeres que formaron parte de la muestra de la investigación participaron en un programa piloto de psicología positiva que consistió de nueve sesiones grupales de cinco horas de duración y que se prolongaron durante tres meses.
El grupo realizó test científicos previos y posteriores al programa para analizar sus efectos. Para contrastar los resultados se estableció un grupo de control con las mismas características y situación vital, pero que no recibió ningún programa.
Así, como principales hallazgos han destacado la mejora del bienestar y la disminución de la ansiedad y la depresión de las participantes gracias a una "comprensión más profunda del uso de la perspectiva de género en la vida cotidiana" o una mayor capacidad para identificar y desafiar las "dinámicas de poder" en sus relaciones personales.
En cuanto a su proceso de inserción sociolaboral, los investigadores han descubierto que el aumento de su confianza, derivado de las técnicas de salud emocional, tiene un impacto directo en sus habilidades para enfrentarse al mercado laboral.
"Al empoderar estas mujeres a través del reconocimiento de sus experiencias y la promoción de su salud emocional, se facilita no solo su bienestar personal, sino también su capacidad para integrarse en la sociedad y el mercado laboral", han apuntado.
El estudio también apunta a la necesidad de que la eliminación de la violencia machista se aborde desde un enfoque interseccional, pues sin él los resultados pueden resultar "incompletos e ineficaces" y seguir perpetuando las desigualdades de género.
Con todo ello, los investigadores han concluido que existe una "relación significativa" entre el bienestar emocional, la disminución de la ansiedad y la depresión y el cambio en la percepción de la violencia de género.
"Este estudio nos permite obtener información clave para proponer medidas destinadas a la prevención de la violencia machista en el ámbito ocupacional, donde se tengan en cuenta la interseccionalidad de las violencias preexistentes en las mujeres", ha apuntado Rísquez.
La directora del IBDona, Catalina Salom, ha destacado el poder de la psicología positiva con perspectiva de género "para trabajar el bienestar, la autoestima y la capacidad para recuperar el control sobre las vidas" de las mujeres beneficiarias.
