MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un estudio liderado por el grupo colaborativo del Estudio de la Carga Mundial de las Enfermedades en España, constituido por investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y otros centros españoles y norteamericanos, estima que la espera que la esperanza de vida en España alcance los 84,8 años de media en 2030.
Así, las mujeres podrían llegar a los 87,2 años y mientras que los hombres se quedan en 82,3 años, aunque la COVID-19, con sus repercusiones sanitarias y sociales, ha ralentizado el descenso en la tasa de mortalidad, advierten los investigadores que han utilizado datos del informe Global Burden of Disease (GBD) de 2019 para ofrecer un retrato detallado de la salud en España antes de la pandemia y hacer previsiones sobre el cumplimiento de las metas de salud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2030.
El estudio, que ha sido publicado en 'Nature', muestra que las enfermedades no transmisibles, en particular las cardiopatías y los cánceres, son la principal causa de muerte y enfermedad en España. El dolor de espalda y la depresión también contribuyen significativamente a la carga de morbilidad, especialmente en el caso de las mujeres. Asimismo, el tabaquismo, la mala alimentación y el sobrepeso están entre los principales factores de riesgo y requieren políticas sanitarias adecuadas.
"El objetivo de este estudio era identificar mejor las necesidades en salud no cubiertas en España, guiar intervenciones apropiadas y proporcionar información sobre las tendencias futuras en salud", explica Jeffrey V Lazarus, jefe del grupo de investigación en Sistemas de Salud de ISGlobal, centro impulsado por la Fundación "la Caixa".
El estudio GBD 2019 incluye 369 enfermedades, lesiones y discapacidades, y 87 factores de riesgo y combinaciones de estos. En 2019, casi el 90% de las muertes y enfermedades en España se debieron a enfermedades no transmisibles (ENT), en particular cardiopatía isquémica, ictus, EPOC, Alzheimer y cáncer de pulmón.
El dolor de espalda y la depresión también contribuyen considerablemente a la carga de enfermedad en España, especialmente en el caso de las mujeres. Los principales factores de riesgo de muerte y enfermedad fueron el tabaquismo, el índice de masa corporal elevado y la hiperglucemia/diabetes.
"Los resultados muestran claramente la influencia del sedentarismo y del envejecimiento de la población", afirma Joan B Soriano, coautor senior del estudio e investigador del área de Enfermedades Respiratorias del CIBER (CIBERES) en el Servicio de Neumología del Hospital Universitario de La Princesa en Madrid.
Soriano incide en que "son los factores de riesgo conductuales, como el tabaquismo y la mala alimentación, y los ambientales como la contaminación atmosférica, o el más recientemente añadido de la temperatura ambiental sub-óptima, los que agregaron una carga significativa a la mala salud de la población española".
PROYECCIONES PARA 2030
El equipo de investigación utilizó 41 indicadores (como la prevalencia del tabaquismo, la contaminación del aire, la violencia de pareja y la cobertura de vacunas) para medir el progreso de España hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 3, que promueve una vida sana y el bienestar para todas las personas en todas las edades).
En 2019, España ocupaba el puesto 20 de 195 países y territorios. Para el 2030, el país podría superar a Japón, Estados Unidos y la UE en la mayoría de los indicadores, aunque aquellos relativos al consumo de alcohol, el sobrepeso infantil, la prevalencia del tabaquismo y el abuso sexual infantil seguirán con nota baja.
"Como gran parte de Europa, España ha experimentado un rápido envejecimiento de la población por el aumento en la esperanza de vida y la disminución en mortalidad y fecundidad", afirma Lazarus. Para hacer frente a esto, habrá que centrarse en promover la salud y la atención a las personas mayores reforzando los centros de cuidados de larga duración, los servicios de apoyo social y la telemedicina.
Las medidas de protección social, como las pensiones y las bajas por enfermedad, son intervenciones clave para contrarrestar el coste del envejecimiento de la población, pero los autores advierten de que estas políticas pueden no cubrir a aquellos que están fuera del sistema formal de empleo. También hay que vigilar el tabaquismo, la mala alimentación y los factores ambientales.
"En hombres, fumar fue el principal factor de riesgo en cada uno de los años estudiados; y en mujeres, ocupó el tercer lugar, solo por detrás de la obesidad y la hiperglucemia/diabetes. Urge retomar medidas poblacionales como revisar la Ley de control del tabaco de 2010, en algunos apartados ya obsoleta, o plantear el denominado Tobacco Endgame como prioridad nacional", explica el profesor Esteve Fernández, investigador del Institut Catal d'Oncologia-Institut d'Investigació Biomdica de Bellvitge y jefe de grupo del CIBERES.
Por último, los autores señalan que un reto importante en España es coordinar las 17 comunidades autónomas y el gobierno nacional, y proporcionar datos regionales desglosados por grupos específicos, incluyendo los migrantes y las personas sin hogar. "Estos datos nos ayudarán a evaluar cómo la crisis financiera de 2008 y la actual pandemia de Covid han influido, y seguirán influyendo, en la trayectoria de salud de España", concluyen los investigadores.
En este estudio liderado por un grupo colaborativo de investigadores del GBD han participado investigadores del ISGlobal y de diversas áreas científicas CIBER, de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), Salud Mental (CIBERSAM) y de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP); del Institut Catal d'Oncologia e Institut d'Investigació Biomdica de Bellvitge (ICO-IDIBELL), la Universidad de Barcelona, el Institut de Recerca Sant Joan de Déu Parc Sanitari Sant Joan de Déu, el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, la Universidad Autónoma de Madrid, el Hospital Universitario La Princesa y la Universidad de Washington.