MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ingesta de flavanoles (flavan-3-ols), un tipo de polifenoles dietéticos, podría ayudar a prevenir la obesidad mediante el pardeamiento del tejido graso inducido por el sistema nervioso simpático, según un estudio publicado en la revista 'Nutrients' por el equipo dirigido por la profesora Naomi Osakabe, de la Facultad de Ingeniería y Ciencias del Instituto Tecnológico Shibaura (Japón).
En condiciones de frío, el tejido adiposo marrón (BAT) o grasa parda genera calor para mantener el cuerpo caliente. En comparación con el tejido adiposo blanco, el BAT tiene más mitocondrias -organismos subcelulares asociados a la producción de energía-, lo que le permite quemar calorías y producir calor mediante la activación de la proteína desacoplante mitocondrial 1 (Ucp-1).
Se sabe que la estimulación del sistema nervioso simpático (SNS) tras la exposición al frío, el ejercicio y la restricción calórica induce el oscurecimiento de la grasa. Los polifenoles de la dieta también pueden activar el BAT, haciendo que el calor se disipe de nuestro cuerpo.
La activación de la BAT y el oscurecimiento de la grasa blanca son, por tanto, importantes desde el punto de vista terapéutico en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares y sus comorbilidades.
Los flavonoloes potencian el pardeamiento del tejido adiposo mediante la activación del SNS. Los resultados revelaron una correlación directa entre el oscurecimiento de la grasa y el consumo de FL, lo que podría ayudar a los investigadores a desarrollar nuevos tratamientos para las enfermedades relacionadas con la obesidad.
Los autores de este estudio ya habían descubierto que una única dosis oral de FL provocaba la quema de grasa y aumentaba el flujo sanguíneo del músculo esquelético. Aquí, investigaron los efectos de la administración de una dosis única y múltiple de FL en el tejido adiposo de ratones y descubrieron que los FL activan el oscurecimiento de la grasa a través del SNS, que segrega neurotransmisores "catecolamínicos" como la adrenalina (AD) y la noradrenalina (NA).
Alimentaron con FL derivados del cacao a distintos grupos de ratones en dos series de experimentos independientes. A un grupo se le administró una única dosis de FL, y se recogió su orina excretada durante 24 horas para su análisis.
El otro grupo recibió dosis repetidas durante 14 días antes de ser disecado para la recogida de grasa marrón y blanca. Todas las muestras de adiposidad se analizaron en busca de marcadores genéticos y proteicos que indican el pardeamiento de la grasa, mientras que las muestras de orina se analizaron específicamente en busca de niveles de AD y NA.
Las mayores concentraciones de AD y NA en la orina tras una dosis única de FL demostraron claramente la activación del SNS. Aunque el uso de muestras de orina para evaluar la activación del SNS sigue siendo controvertido en la investigación clínica, se ha validado en roedores estresados. "La administración oral de FL probablemente activa el SNS porque se consideran factores de estrés en estos modelos", explica la profesora Osakabe.
El equipo utilizó entonces el tejido adiposo obtenido para investigar los efectos del tratamiento con FL a largo plazo. Les encantó descubrir que la grasa blanca de los ratones alimentados con FL durante 14 días acababa volviéndose marrón. Algunas de estas células también presentaban notables cambios estructurales, como el "fenotipo multilocular", y parecían ser más pequeñas que las células normales.
Dado que el MTD disipa la energía térmica, ¿el consumo de FL a largo plazo modifica las cantidades de proteínas relacionadas con el calor? Para responder a esta pregunta, los científicos demostraron que los niveles de Ucp-1, así como de otras proteínas vinculadas a la alta temperatura, aumentaban en los ratones alimentados con dosis repetidas de FL. Los marcadores de oscurecimiento, denominados "marcadores beige" en este estudio, también eran abundantes en estos ratones. "Todas estas proteínas trabajan juntas para inducir el desarrollo del fenotipo BAT", exclama Osakabe.
El equipo cree que los resultados de su estudio pueden contribuir a la prevención de enfermedades relacionadas con el estilo de vida. Curiosamente, no es la primera vez que los FL hacen maravillas. Se han observado mejoras en la tolerancia a la glucosa y la insulina tras la administración de una sola dosis de alimentos ricos en FL. Estos hallazgos, en conjunto, ponen de manifiesto la necesidad de analizar los aspectos agudos y crónicos de las respuestas metabólicas generadas por el consumo de FL.