MADRID 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha aportado nuevo conocimiento, a partir del análisis de la bacteria Vibrio cholerae, causante del cólera, sobre los integrones, unas piezas genéticas de las bacterias que se emplean como diana en la lucha contra la resistencia antimicrobiana.
Los integrones son plataformas genéticas que permiten a las bacterias captar y coleccionar genes de diversas funciones, incluido aquellos que confieren resistencia a los antibióticos. Hasta ahora, se pensaba que los integrones, especialmente los más grandes, denominados superintegrones, estaban muy integrados en las funciones celulares del huésped debido a su tamaño y a la cantidad de genes que contienen, pues pueden representar un tres por ciento del material genético de la bacteria.
Sin embargo, la investigación desarrollada por la UCM, junto al Centro Nacional de Biotecnología, el Instituto Pasteur de París y la Universidad de Roskilde (Dinamarca), cuyos resultados se han publicado en 'Nucleic Acid Research', ha revelado todo lo contrario.
Es decir, el estudio ha concluido que los superintegrones, a pesar de su tamaño y de su evolución paralela con la bacteria a lo largo de millones de años, pueden eliminarse sin alterar la fisiología de la bacteria. Esto significa que los superintegrones "actúan como 'archivos genéticos'" y no tienen las funciones cruciales que se les otorgaba, según ha explicado la investigadora del Departamento de Sanidad Animal de la UCM y co-primera autora del trabajo, Filipa Trigo da Roza.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores aplicaron una técnica desarrollada y patentada por ellos mismos, llamada SeqDelTA, con la que eliminaron el superintegrón de la bacteria Vibrio cholerae y observaron que esto no provocaba efectos reseñables en ella.
De cara al futuro, los científicos han apostado por continuar investigando las posibles aplicaciones de los genes almacenados en los superintegrones, así como las aplicaciones de la técnica SeqDelTA para eliminar y estudiar otros integrones en diferentes especies de bacterias, con el objetivo de comprender mejor su función y su potencial biotecnológico.