MADRID, 1 Dic. (EDIZIONES) -
Desde que a principios de los 80 se descubriera el virus de inmunodeficiencia humana o VIH, unos 40 millones de personas han fallecido por su infección. En concreto, el sida es el estadio final de la infección por el VIH (agente etiológico del sida). Este virus ataca a las células del sistema inmunitario y las destruye; dejando al paciente en un estado de indefensión tan profunda que enfermedades que se podrían combatir fácilmente pueden resultarle mortales a los infectados.
No obstante, en los últimos 40 años se han dado pasos de gigante en el tratamiento de esta patología infecciosa. El último de ellos el llamado 'paciente de Ginebra', sobre el que hemos leído numerosos artículos desde que en julio viera la luz la noticia, y del que hablaremos un poco más adelante en este artículo.
Éste se suma al grupo de 5 personas que ya han logrado en el mundo la curación total del VIH tras un trasplante de células madre, convirtiéndose el 'paciente de Ginebra', eso sí, en la primera persona del mundo en conseguirlo y sin que su donante presentara la mutación 'CCR5 Delta 32', conocida por conferir protección frente a la infección por el VIH. De hecho, 32 meses después de haber interrumpido la terapia antirretroviral (ART), sigue sin detectarse la presencia del virus en su sangre.
LA INFECCIÓN YA NO ES UNA SENTENCIA DE MUERTE
Para comprender todo un poco mejor, entrevistamos en Europa Press Infosalus a una de las mayores referentes en el estudio de este virus en nuestro país, la doctora en Ciencias Químicas, e investigadora en el Instituto de Química Médica del CSIC, María José Camarasa, con más de 30 años de investigación a sus espaldas sobre la síntesis de compuestos y moléculas nuevas contra el sida.
Actualmente, lidera un grupo de investigación que, entre otras líneas de trabajo, ha sido pionero en nuestro país en la búsqueda de inhibidores de la replicación del VIH-1 (agentes capaces de combatir la enfermedad). Pedimos charlar con ella porque recientemente ha publicado '¿Qué sabemos de? El VIH y el sida' (CSIC-Catarata), junto a la doctora en Ciencias Químicas e investigadora del CSIC, Sonia Castro, que es experta en el diseño y en la síntesis de nuevos compuestos con actividad antiviral frente a distintos virus.
Recuerda Camarasa cómo, desde que se descubrió el virus de la inmunodeficiencia humana en los 80, han sido numerosas las líneas de investigación de todo el mundo que han concentrado sus fuerzas en la búsqueda de agentes capaces de combatir la enfermedad. De hecho, su propio grupo descubrió una familia "única" de nucleósidos (moléculas) que actúan como inhibidores potentes y selectivos de la TI de VIH-1, denominada 'TSAO' que, aunque no llegaron a la clínica, sí son compuestos de referencia para los investigadores en este campo, y que se vio recompensado con el 'Premio Descartes 2001' a la excelencia de la investigación por la UE.
"Los 6 casos excepcionales en los que se ha logrado la remisión total de la infección por VIH abren un poco la esperanza, pero hoy por hoy es una enfermedad crónica, y que gracias a la cantidad de fármacos y a la divulgación sobre su transmisión y control, está actualmente controlada. Se habla ahora de personas que conviven con el virus del VIH, pero con niveles indetectables y que no lo transmiten. Es una esperanza, y no como en décadas anteriores en las que tener sida era una sentencia de muerte", afirma esta experta.
EL VIH, UN VIRUS MUY INTELIGENTE
Lleva muchos años trabajando en el campo de los antivirales, y reconoce que el VIH "es uno de los virus más inteligentes que existen", ya que al exponerle a un fármaco rápidamente muta y se hace resistente: "Hoy hay casi 30 fármacos disponibles, y la infección se aborda mediante una terapia combinada de fármacos (la terapia antirretroviral o ART); a día de hoy un único fármaco no puede controlar la enfermedad por sí solo".
¿Cómo se ha conseguido combatir al VIH, o al menos mantenerlo controlado? Esta investigadora del CSIC reseña que se ha conseguido gracias a esa combinación de fármacos que funcionan en distintos ciclos vitales del virus: "Se ingieren dosis pequeñas de diferentes fármacos. Ésta no es una cantidad suficiente para que el virus pueda generar resistencia, de forma que se le engaña y se termina con él; aparte de que al combinar fármacos también se reduce la toxicidad de los mismos".
No obstante, aclara que el VIH presenta "un problema añadido" y es su alta capacidad de mutación y en solamente un día puede tener más mutaciones que todas las descritas hasta ahora para la COVID-19. "Para que veamos lo listo que es el virus y lo rápido que reacciona contra los medios de combatirle", resalta.
Insiste así María José Camarasa en que los 'pasos de gigante' dados en estos 40 años en el tratamiento del VIH se han logrado gracias al esfuerzo mundial, tanto de empresas como de universidades, o de centros de investigación, en la búsqueda de un tratamiento: "Hay más de 30 fármacos para combatir el VIH; cuando realmente hay muchísimos virus a nivel general, y son pocos los antivirales disponibles; aparte de lo que se conoce de este virus, su mecanismo. Por ejemplo, para el virus del herpes, tan frecuente, apenas hay 3 antivirales".
Cuenta que el VIH ataca a las células del sistema inmunitario y las destruye, pero también es capaz de integrar parte de su material genético en las células del organismo que está infectando y encontrarse latente hasta 15 o 20 años, sin poder detectarse en un análisis de sangre en ese tiempo. "Luego, por el evento que sea, una inmunodepresión, o una segunda infección, el virus empieza a replicarse y se desarrolla la infección, que si no te tratas acabas con sida. Los infectados del VIH se mueren por infecciones por otros agentes, o desarrollan cánceres extraños. El VIH es un enemigo muy resistente", destaca.
UNA ENFERMEDAD CRÓNICA CONTROLADA, PERO NO SUPERADA
Sobre los 6 casos excepcionales que han logrado la remisión total de la enfermedad, esta química del CSIC recuerda el caso del 'Paciente de Berlín', Timothy Brown, que fue la primera persona en el mundo en ser curada de VIH: "Son casos especiales, la mayor parte con un tipo de leucemia, y que necesitaban un trasplante de médula. El primer caso fue este paciente estadounidense que tenía una leucemia, y al que le hicieron un trasplante de médula. El donante era un paciente con una mutación especial (CCR5 Delta 32 en las células CD4), y por la que era inmune al VIH al carecer del receptor que permitía al virus engancharse a las células para infectarlas".
Al cabo de un tiempo remitió su leucemia, según prosigue Camarasa, tampoco se detectó el virus del sida, por lo que se consideró curado. "Pero desafortunadamente falleció poco más de una década después porque volvió a tener leucemia", agrega.
Eso sí, esta investigadora del CSIC remarca que el trasplante de células madre con esa mutación no puede servir como tratamiento universal para todos los infectados por VIH porque, entre otros puntos a tener en cuenta, sólo un 1% de personas en el mundo cuentan con la mutación citada para ser considerados posibles donantes.
En la última de todas, en el 'paciente de Ginebra', explica que el donante sí tenía el receptor, pero en una concertación mucho más baja de lo habitual, de forma que al realizarle el trasplante le hizo efecto en su tratamiento frente a la leucemia, y además remitió el VIH. "Este receptor viene de tus progenitores. Se ha visto que si uno de los dos lo tiene la concentración de estos receptores (o enganche a la célula) puede ser más baja. De forma que el número de personas en el mundo con estas características asciende al 10% de la población mundial, lo que hace que sea un poco más fácil encontrar un donante. Ojalá suponga una nueva curación para el VIH", agrega.
EN ESTUDIO, LAS VACUNAS CONTRA EL VIH
Supone que habrá más 'paciente de Ginebra' en el VIH, si bien insiste esta experta en la investigación de antivirales contra esta infección que a día de hoy la mejor opción para tratar la infección es la terapia combinada de la que antes hemos hablado. Menciona que también las actuales líneas de investigación sobre el tema trabajan en una vacuna contra el sida, aunque "es muy complicada" y todos los intentos han fracasado porque el virus se esconde en la célula sana en ciertos reservorios, de forma que es difícil actuar contra él sin lograr la replicación viral.
"Ahora hay una nueva esperanza. Gracias a la pandemia de COVID-19, en la que se empleó la tecnología de ARNm para el desarrollo de las vacunas por primera vez, ésta se está aplicando para conseguir una vacuna contra el sida. Hay también varios estudios, uno en fase I en el que se ha visto que la vacuna es segura, induce inmunidad, pero ahora se estudia si es suficiente o no. Una cosa es que induzca la producción de anticuerpos y otra es que sea eficaz, por ello se debe continuar trabajando", agrega.
Otra aproximación sobre la que se trabaja son las vacunas terapéuticas. Señala que los pacientes con medicación combinada tienen que tomar hasta 20 pastillas al día. "Si te olvidas de una dosis, el virus se replica, y las farmacéuticas han hecho cápsulas donde combinan varios fármacos. Esto se está aplicando como tratamiento junto con la vacuna terapéutica, que se administra para estimular el sistema inmunitario, y que éste pueda luchar contra el virus. Al paciente le dejas descansar, no toma medicamento en un tiempo, y mientras se le inocula esta vacuna terapéutica, que hace efecto cierto tiempo. Todo se va controlando hasta que sea de nuevo necesario el tratamiento antirretroviral", subraya.
En no infectados, pero sí personas de alto riesgo que fácilmente pueden entrar en contacto con el virus, como drogadictos que intercambian jeringuillas, personas que mantienen relaciones sexuales de riesgo, dice que se les está ofreciendo un tratamiento preventivo (profilaxis previa a la exposición o PREP), de forma que si el organismo entra en contacto con el VIH "ya está entrenado".
HAY QUE CONCIENCIAR MÁS
En último lugar, reseña que tanto Sonia de Castro como ella quisieron escribir el libro '¿Qué sabemos de? El VIH y el sida' porque "la infección por el VIH no está superada, ni curada en absoluto, pero sí es una enfermedad controlada", y sobre la que vuelve a haber prácticas de riesgo. Además, reseña que en los países del tercer mundo es un problema muy serio de salud.
Pone por ejemplo de la India o de África Central, donde un 40% de las mujeres están infectadas por el VIH, con el consiguiente riesgo de trasmitirlo a los niños. "En nuestra sociedad actual siguen siendo necesarias las campañas de concienciación del sida. El famoso 'póntelo, pónselo' de los años 90. Son campañas que habría que recordar porque si bien esto está controlado, no está superado, y es importante tener cuidado", concluye María José Camarasa.