Experto advierte que desastres climáticos como la dana generan un "estado de alerta" permanente que puede durar años

Colocación de una placa que indica el 'Puente de la Solidaridad' durante un homenaje a los voluntarios y las víctimas de la dana - JORGE GIL - EUROPA PRESS

Tabares (UV) pide una mayor coordinación entre administraciones en materia de salud mental

VALÈNCIA, 20 (EUROPA PRESS)

El catedrático de Psiquiatría de la Universitat de València (UV) Rafael Tabares ha advertido que la dana que arrasó la provincia de Valencia tiene efectos en la salud mental "a corto y largo plazo", ya que este tipo de desastres meteorológicos generan como "trauma" un "estado de alerta permanente" que se puede prolongar "incluso durante años: de tres a cuatro años".

Ante esta situación, ha abogado por no limitarse a los tratamientos farmacológicos o psicoterapéuticos, ya que "el problema es mucho más amplio", y por una mayor intervención social y emocional por parte de las administraciones, sobre todo a la población más vulnerable, además de una mejor coordinación.

Así lo ha trasladado en su intervención en la comisión para la recuperación tras la dana en el Ayuntamiento de València, que afronta este lunes su tercera y última sesión.

Tabares, que fue comisionado de Salud Mental de la Generalitat y concejal de Urbanismo en Sagunt (Valencia), ha explicado que frente a la "visión optimista" de que catástrofes como la dana generan una mayor resiliencia, hay otra "más ajustada a la realidad y a la ciencia" que consiste en un "fenómeno de sensibilización".

"Las personas que sufren traumas viven en un estado de alerta y preocupación y son más vulnerables a padecer cuadros depresivos o ansiedad", ha apuntado.

Según ha expuesto, este efecto lo sufren tanto los directamente afectados por la catástrofe como los efectivos que participaron en las labores de asistencia y reconstrucción --"los llamados héroes"--, además de las personas que reciben una "exposición masiva" de información al respecto a través de las redes sociales y los medios de comunicación.

Esto supone, ha ilustrado, síntomas como estar más nervioso, preocuparse o dormir mal ante situaciones cotidianas com ver nubes en el horizonte. Además, ha señalado que es algo que sufren más los más vulnerables, como mayores, niños y jóvenes o personas con discapacidad.

TRAUMAS ENCADENADOS

Más alla de la dana, el catedrático ha indicado que hay generaciones que este siglo han sufrido una serie de traumas en los últimos años, desde la crisis económica de 2008 a la pandemia, las guerras en el mundo o las consecuencias del calentamiento global.

Una cadena de traumas que "tiene repercusiones en la salud física y mental a nivel individual y colectivo, a nivel global y local". "No solo es un efecto traumático: las catástrofes tienen un efecto sobre el estilo de vida", ha subrayado, y ha puesto como ejemplo los problemas de sueño y alimenación o el aumento del consumo de alcohol y drogas.

Por tanto, ha explicado que la dana "tiene un efecto acumulativo" sobre estos traumas y no solo genera "problemas propiamente psiquiátricos"; también produce una "hipersensibilización" que deriva en una mayor tendencia a sufrir cuadros depresivos o ansiedad ante determinadas circunstancias.

"IMPOTENCIA Y VULNERABILIDAD" POR NEGAR EL PELIGRO

El experto también ha hecho hincapié en que "negar el peligro" de una catástrofe como la dana produce una "sensación de impotencia" y una "mayor vulnerabilidad" entre la población, algo que a su juicio ha sucedido en esta tragedia.

Tras recordar que "hubo una fase heróica, una 'luna de miel'" en los días posteriores a la dana, en alusión a la respuesta de los voluntarios, ha lamentado que fue muy breve y de ahí se pasó a "una situación de desilusión inmediata".

Como consecuencia, ha apuntado a una mayor tensión e indignación entre la población afectada, algo que "puede persistir" y que "va a depender mucho de cómo se hagan las intervenciones adecuadas para salir cuanto antes de ahí".

MÁS SENSIBILIZACIÓN, RECURSOS Y COORDINACIÓN

De cara a la fase de reconstrucción, Tabares ha llamado a una mayor sensibilización previa de la población ante este tipo de desastres, a potenciar los recursos comunitarios públicos y privados en materia de salud mental y a una mayor coordinación entre administraciones.

Al respecto, ha recordado que hay un "componente estigmatizador" de los problemas de salud mental y "una desconfianza general" entre los ciudadanos a recibir asistencia por ellos. "Es difícil abrirse ante gente que no te conoce", ha constatado.

Como propuesta de coordinación, ha abogado por que el Ministerio de Sanidad ofrezca asesoramiento al resto de administraciones a partir de programas que hayan funcionado con éxito en otros países ante catástrofes similares, así como que los ayuntamientos actúen como "puente" entre la Generalitat y el Gobierno.