MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El responsable de Coordinadores Asistenciales de la Dirección Técnica Asistencial de DomusVi, José Manuel Pérez, advierte sobre la necesidad de sumar personal al sector de los cuidados socio-sanitarios para hacer frente al aumento exponencial de personas afectadas por Parkinson.
"La incidencia de esta dolencia aumenta muy claramente con la edad, llegando a duplicarse entre los 60 y 80 años y afecta por igual a hombres y mujeres. Las personas que la padecen no cuentan con una menor esperanza de vida, pero sí ven afectada la calidad de ésta", explica José Manuel Pérez.
Asimismo, Pérez asegura que, aunque en los centros residenciales tienen "un alto grado de especialización y experiencia en la atención a enfermos con Parkinson", en los próximos años "tendrán que ampliar la plantilla, porque se prevé que el porcentaje de residentes con problemas relacionados con esta dolencia aumente en consonancia con las cifras previstas por la Sociedad Española de Neurología (SEN)".
En la actualidad la enfermedad de Parkinson no tiene cura, por lo que los protocolos de cuidado que se llevan a cabo tienen como objetivo principal mejorar la calidad de vida de las personas.
Para garantizar esta calidad de vida los especialistas tratan de complementar los tratamientos de farmacología con actividades como la estimulación, el ejercicio moderado, la rehabilitación o la terapia ocupacional, que "permiten controlar los síntomas de la enfermedad y mejorar así el día a día de los residentes", según explica José Manuel Pérez.
Además, se trata de una enfermedad que evoluciona de manera diferente en cada persona. Los pacientes pueden desarrollar complicaciones, como fluctuaciones motoras o discinesias y otros síntomas, como trastornos del sueño, problemas cognitivos o depresión. En este sentido, cada tratamiento debe estar adaptado a las necesidades que se presenten en cada momento.
El nuevo paradigma de digitalización en la asistencia sociosanitaria supone una gran innovación para el tratamiento de algunas enfermedades. En el caso del Parkinson, permite tener una mayor accesibilidad y eficiencia en el cuidado de la enfermedad y redunda en una mejora en la calidad de vida, tanto de los pacientes como de los cuidadores.
Gracias a iniciativas como la telemedicina, los asistentes virtuales, las aplicaciones móviles o la tecnología vestible, los pacientes son capaces de monitorear su estado de salud, compartir información con sus médicos y cuidadores, llevar un registro de sus medicamentos y síntomas, realizar ejercicios de fisioterapia o incluso conectarse con otros pacientes y cuidadores para obtener apoyo y consejos.
"La digitalización nos ha permitido contar con una tecnología capaz de incrementar la eficiencia de nuestros cuidados, acercándonos y adaptándonos a las necesidades de cada residente," asegura José Manuel Pérez.