MADRID 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
La resiliencia en el entorno laboral es la capacidad de adaptación a las situaciones adversas que van surgiendo en el trabajo, algo que mejora el rendimiento, la confianza y el compromiso dentro de los equipos, pero querer resistir ante cualquier circunstancia puede convertir esta resiliencia en un factor tóxico para la salud, por lo que expertos de Cigna Healthcare España han aconsejado establecer límites.
"Cuando la resiliencia se confunde con la exigencia y el resistir a toda costa, se pierde el verdadero sentido de adaptabilidad", ha señalado la directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare España, Amira Bueno, quien ha añadido que esta es una habilidad que se va desarrollando y fortaleciendo con el tiempo, al aprender de los errores y de la experimentación.
"Es una inversión en la salud emocional y el bienestar general, ya que permite afrontar problemas sin comprometer el equilibrio personal ni el rendimiento a largo plazo", ha destacado Bueno. Según el Cigna International Health Study 2024, España es uno de los países más resilientes, con un 69 por ciento de la población que afirma sentirse capaz de adaptarse a cambios e imprevistos con facilidad.
Para mantener una resiliencia saludable, los especialistas han recomendado aprender a decir 'no' y establecer límites claros en el trabajo para evitar el agotamiento. Aprender a gestionar el tiempo y las expectativas, sin sentir la obligación de estar disponible todo el tiempo, hace posible mantener un equilibrio entre las obligaciones laborales y la vida personal, lo cual es esencial para preservar la resiliencia a largo plazo.
También han aconsejado que se realice una gestión inteligente del tiempo, por ejemplo, a través del método Pomodoro, en el que se alternan periodos de concentración con descansos breves, lo que ayuda a mantener la productividad sin perder el bienestar emocional.
Para los jefes de equipos, han sugerido desarrollar un liderazgo 'mindful', conectando con las necesidades de los empleados, para promover un ambiente de confianza, apoyo y delegación efectiva. Esto refuerza la resiliencia del equipo y la de los líderes, al reducir el estrés y mejorar la cohesión.
Otras estrategias propuestas consisten en estimular la innovación y la creatividad, que genera una adaptación más ágil a los cambios, y fomentar el trabajo colaborativo y grupal, que disminuye los efectos negativos de la resiliencia tóxica.
