MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, la Facultad de Medicina Bloomberg de Johns Hopkins, el Programa Militar de Investigación sobre el VIH de EE.UU. y el Instituto de Salud Global y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Carolina del Norte han recalamdo prestar más atención a las infecciones persistentes por COVID-19 en personas inmunodeprimidas.
"La comunidad médica debe elaborar directrices más precisas para el seguimiento, el tratamiento y la prevención de las infecciones por COVID-19 en pacientes inmunodeprimidos, a fin de reducir tanto el riesgo para estos pacientes como la posible aparición de variantes preocupantes", afirma el doctor Larry Corey, autor correspondiente del artículo, que se ha publicado en la revista científica 'New England Journal of Medicine'.
Los autores han destacado la importancia de inmunizar a los pacientes inmunodeprimidos, y entre aquellos con una respuesta inadecuada a las vacunas, considerar el uso de anticuerpos monoclonales profilácticos para prevenir la infección. "La respuesta inmunitaria parcial observada en las personas inmunodeprimidas crea un entorno único para la selección inmunitaria de variantes evolutivas y es motivo de preocupación", advierten al respecto.
"El virus puede persistir durante semanas o meses en las personas inmunodeprimidas, lo que da lugar a virus portadores de una constelación de mutaciones, que a veces se parecen a las variantes preocupantes que actualmente amenazan nuestros esfuerzos de control", destaca la doctora Morgane Rolland, autora principal del artículo.
Los autores recomiendan que se informe a las personas inmunodeprimidas sobre la posibilidad de que se produzca una excreción prolongada del virus del SRAS-CoV-2 y sobre la importancia del autoaislamiento hasta que se obtenga un resultado negativo.
Los autores también pidieron una investigación más centrada en los grupos inmunodeprimidos. Los estudios inmunológicos en subconjuntos de personas con sistemas inmunitarios debilitados, como los receptores de trasplantes de órganos sólidos, podrían ayudar a los profesionales sanitarios a prevenir la COVID-19 grave y prolongada en estos grupos. La comprensión de las respuestas de anticuerpos y células T de las personas inmunodeprimidas también podría dar pistas sobre por qué pueden tener una respuesta de anticuerpos debilitada a la proteína de la espiga del virus.
"Un gran número de pacientes tiene dificultades para defenderse del COVID-19 y se beneficiará enormemente de los esfuerzos continuos y centrados en el desarrollo de estrategias más sólidas de tratamiento y prevención de la COVID-19", añade el doctor Myron Cohen, coautor del artículo.