Expertos afirman que la valoración en riesgo tromboembólico en fibrilación auricular ya no tendrá en cuenta el género

Congreso Europeo de Cardiología en Toledo - SEMG

MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

Según un estudio presentado en el transcurso del Congreso Europeo de Cardiología, durante la Jornada 'Unidos en la Salud Cardiometabólica' de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), el género no debe desempeñar un papel clave en la estratificación del riesgo tromboembólico para la terapia de anticoagulación en pacientes con fibrilación auricular.

A lo largo de la jornada de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), que se ha celebrado durante los días 27 y 28 de septiembre, los especialistas han explicado que el sexo es un modificador del riesgo tromboembólico asociado a la edad, más que un factor de riesgo en sí mismo. Por este motivo, las nuevas Guías para el tratamiento de la fibrilación auricular de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) plantean una nueva escala que prescinde del género, la CHA2DS2-VA.

Asimismo, en el curso de este congreso, con motivo del Día Mundial del Corazón, 29 de septiembre, también se han analizado las novedades de las guías de práctica clínica de la Sociedad Europea de Cardiología presentadas en su última reunión en Londres, entre ellas, las referentes a hipertensión arterial (HTA).

Ahora, el sistema clasificatorio de la tensión arterial se ha simplificado, definiendo la tensión como no elevada cuando es < 120/70 mmHg (sistólica y diastólica respectivamente), elevada cuando está entre 120-139/70-89 mmHg, e hipertensión cuando es = 140/90 mmHg. Además, sería una "emergencia hipertensiva" cuando los pacientes tienen cifras tensionales = 180/110 mmHg, y en caso de mujeres embarazadas, cuando las cifras son = 160/110 mmHg (precisando inmediata hospitalización).

Por otro lado, los expertos recomiendan en pacientes hipertensos un tratamiento dietético en el cual, los pacientes con una alta ingesta de sodio renueven sus hábitos incluyendo una dieta rica en frutas y verduras, además de introducir sustitutos de la sal con potasio, siempre y cuando, el paciente no tenga una enfermedad renal crónica moderada o severa.

No obstante, esta mofificación en la dieta debe de venir acompañada de la realización de ejercicio de resistencia en combinación con nuevos planes de ejercicio aeróbico. En particular, 75 minutos de intensidad vigorosa semanal combinándolo con entrenamiento de resistencia dinámica o isométrica de intensidad baja o moderada, de dos a tres veces por semana.

Además, al hablar de prevención, los expertos recomiendan el screening oportunista mediante la toma tensional en consultas para los adolescentes o los niños en última infancia cuyos padres (uno o los dos) presenten hipertensión arterial y la restricción de bebidas azucaradas desde edades tempranas.

De igual forma, las últimas recomendaciones sugieren un abordaje multidisciplinar, entrevista motivacional, implicación del paciente en su control tensional y conocimiento de su patología para manejar la hipertensión arterial.