Expertos reflexionan sobre si está siendo sobrediagnósticado el sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado
BILBAO 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Expertos han reflexionado en el marco del 46º Congreso nacional de SEMERGEN, que reúne en el BEC de Barakaldo a 5.000 médicos de atención primaria, sobre si está siendo sobrediagnosticado el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado.
En una de las sesiones se ha subrayado que el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) y las intolerancias alimentarias son dos afecciones que comparten síntomas similares, como hinchazón, gases, diarrea y malestar abdominal, lo que puede llevar a confusión en el diagnóstico.
Según han subrayado, el SIBO es una condición clínica compleja que ha "ganado popularidad" en los últimos años, convirtiéndose en un diagnóstico cada vez más frecuente.
Por su parte, las intolerancias alimentarias se producen cuando el cuerpo no puede digerir correctamente ciertos alimentos o componentes alimentarios, como la lactosa o el gluten, debido a la falta de enzimas o una respuesta metabólica inadecuada.
Los síntomas son similares a los del SIBO, pero en este caso, están directamente relacionados con la ingestión de alimentos específicos. Las intolerancias alimentarias no implican una proliferación bacteriana anormal.
Los expertos han destacado que, en el ámbito de la salud digestiva, cada vez es más importante diferenciar entre dos condiciones que a menudo presentan síntomas similares, pero requieren enfoques de diagnóstico y tratamiento muy distintos.
En este sentido, han subrayado que el diagnóstico preciso es esencial para evitar tratamientos "innecesarios y mejorar la calidad de vida de los pacientes".
La doctora María Elena Pejenaute, médico de Familia y miembro de los Grupos de Trabajo de Digestivo y Ecografía de SEMERGEN, ha señalado que una de las principales diferencias entre ambas condiciones es su origen. "Mientras que el SIBO es causado por un desequilibrio bacteriano en el intestino delgado, las intolerancias alimentarias son el resultado de una incapacidad del organismo para procesar ciertos alimentos".
Además, ha añadido que los enfoques terapéuticos varían significativamente, ya que el SIBO requiere tratamiento con antibióticos y cambios dietéticos temporales, mientras que las intolerancias alimentarias se gestionan principalmente mediante la modificación a largo plazo de la dieta.
Por su parte, la doctora Viviana Rocío Oscullo, miembro del GT de Digestivo de SEMERGEN, ha destacado que esta similitud de manifestaciones clínicas complica la identificación precisa de la patología y resalta la importancia de recurrir a pruebas complementarias para confirmar el diagnóstico.