VALLADOLID 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Expertos han vinculado la soledad no deseada, "la que duele, persiste y afecta al bienestar psicológico y emocional", con el auge del individualismo, el debilitamiento de los lazos sociales y familiares, la precariedad en las relaciones laborales, el reparto desigual de las tareas de cuidado, la ambivalente relación con las tecnologías digitales y la pérdida de valores de la sociedad actual.
"A veces se piensa que es un problema muy centrado en las personas mayores, en el ámbito rural, pero no es así, es un problema generalizado, transversal, que se da en el ámbito rural pero se da también, y a veces con más insistencia, en el urbano. Es un problema general de concepto de sociedad que repercute en la salud de las personas desde el punto de vista psicológico, pero también desde el punto de vista físico porque altera los hábitos de convivencia normales", ha descrito el presidente del Consejo Económico y Social, Enrique Cabero, momentos antes de participar en la inauguración del V Foro Social 'Soledad no deseada'.
Unas jornadas que tienen como objetivo compartir los conocimientos y trabajos de "expertos" que trabajan con las personas que viven en soledad no deseada, "una situación que experimentan cada vez más las personas mayores y los jóvenes". "De hecho tiene forma de U", ha explicado una de las ponentes, la coordinadora del proyecto Crecemos, Carmen Cárdenas.
Cabero ha apelado a la colaboración "público-privadas", a la "educación" y la generación de "nuevos contextos sociales que puedan permitir la relación entre las personas" para evitarla.
En este sentido, uno de los integrantes del Grupo de Ética Aplicada del Instituto de Filosofía del CSIC, Francisco José Ausín Díez, ha parafraseado a Ortega y Gasset para asegurar que la soledad no deseada es un tema de nuestro tiempo. "Expresa una forma de cambio de vida que ha conducido a ese fenómeno, a ese sentimiento, que tiene un impacto enorme sobre la salud de las personas, pero que también está fuertemente determinado por patrones de desventaja social. Tiene que ver con transformaciones profundas que se han dado en nuestra sociedad recientemente, el auge del individualismo, el debilitamiento de los lazos sociales y familiares, la precariedad en las relaciones laborales también, pero también en otro tipo de relaciones", ha analizado.
Entre los argumentos también figuran el reparto desigual de las tareas de cuidado en la sociedad y también una ambivalente relación con las tecnologías digitales.
Por su parte, Carmen Cárdenas, ha ahondado en el proyecto Crecemos, financiado con fondos europeos y que se ha desarrollado en 53 localidades de 15 provincias, en ocho comunidades autónomas. En concreto, en Castilla y León se ha trabajado en Valladolid y León.
"Un proyecto que pone la mirada en esa vivencia compleja que es la soledad, que en contra de lo que suele estar presente en el discurso social o en el imaginario social, siendo una vivencia subjetiva de la persona, no es una cuestión que tenga que ver estrictamente con factores individuales. Tiene mucho que ver con el entorno y con nuestros modelos de relación y en definitiva con el modelo de sociedad en el que estamos viviendo", ha aclarado.
Tras trabajar con cerca de 4.000 personas, la responsable estatal de este proyecto de Cruz Roja ha avanzado que en la prevención de la soledad no deseada no se puede trabajar "únicamente a nivel individual". "Esto es una cuestión de nuestros barrios, de nuestros pueblos, de nuestras comunidades y sin ellos cualquier abordaje que se haga va a ser incompleto", ha insistido para incidir en que hay que "promover todo aquello que pueda generar vínculos significativos entre las personas y su entorno cercano".
De ahí que haya abogado por "recuperar valores perdidos" en la sociedad y que "tienen mucho que ver con el individualismo". "Con un modelo de éxito personal que se asocia a que una persona es capaz de hacer lo que sea por ella misma sin necesitar a nadie. Eso es un modelo ficticio", ha abundado.
Cárdenas ha recordado que antes, los cuidados de los menores no solo correspondían a los padres, había una familia "extendida" que también tenía ese "rol cuidador", pero también lo tenía el "vecindario y el barrio". "Y todo eso se ha perdido, por eso hay que repensar el capital social de nuestras comunidades. Hay que estar un poco pendientes los unos de los otros, recuperar los vínculos sociales significativos y, sobre todo, la receta no puede venir únicamente de la tecnología o del Estado, sino que lo que se requiere es una respuesta combinada, de la colaboración público-privada, de la comunidad y sobre todo desarrollar esos vínculos comunitarios que se han ido perdiendo a lo largo de estos últimos años", ha abundado Francisco José Ausín Díez.
JÓVENES
Cárdenas ha explicado que es "difícil" que una persona confiese que se "siente sola" por el "estigma" que lleva asociado. En este punto, y en relación a esta problemática que también afecta a los jóvenes, ha subrayado la "superficialidad" en las relaciones. "Las redes sociales tienen un rol ambivalente, porque por un lado puede dar una impresión de tener a mucha gente... pero si tú preguntas luego a cuántas personas puedes contar un problema... a lo mejor se reduce muchísimo", ha incidido.
Al hilo de estas palabras ha incidido en que no se trata de un fenómeno que se asocie a un determinado grupo de población, ya que "casi todas las personas" en algún momento de su vida, "por una u otra razón", va a vivir "momentos y épocas de soledad". "El problema es que si con nuestros propios recursos, en nuestro propio entorno, somos capaces de superar eso", ha reflexionado.
También ha intervenido Silvia de la Varga, una de las responsables de la exposición 'Un momento a solas' que, ha explicado, no es una exposición "al uso", sino "inmersiva e interactiva" que se puede ver en el Credei de León y que se "exportará" a una docena de localidades más del país, entre ellas, Valladolid.
"En esta exposición lo que planteábamos de inicio es que para empezar a trabajar o prevenir una situación, lo primero es conocerla y luego cómo sensibilizar a la población. Y cuando hablamos de cómo sensibilizar a la población no hablábamos solo de la población en general, sino también de esos agentes clave, como puede ser todo el tejido asociativo", ha detallado.
Lo que buscan es que el visitante salga de la muestra con "otra mirada" y que sea capaz de darse cuenta "cómo afecta la soledad, la diferencia entre soledad y soledad no deseada". "Abrir los ojos a esos tabús y patrones que muchas veces tenemos insertados colectivamente como puede ser que es ley de vida que las personas mayores terminen en situaciones de soledad y luego como sociedad qué responsabilidad tenemos y qué tipo de comunidad activa queremos tener para reducir estas situaciones", ha añadido.