La exposición a plaguicidas desde el embarazo, vinculada a una función pulmonar más pobre en bebé

Pesticida
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Actualizado: martes, 18 septiembre 2018 7:31

   MADRID, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Los bebés expuestos a niveles más altos de compuestos organoclorados en el útero tienen peor función pulmonar en la infancia, según una nueva investigación que se presenta este martes en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea, que se celebra en París, Francia.

   Estos compuestos, que incluyen el pesticida DDT, así como los aislantes eléctricos y otros productos industriales, ahora están prohibidos en la mayor parte del mundo. Sin embargo, debido a que se degradan muy lentamente, todavía están presentes en el medio ambiente y en los alimentos.

   Investigaciones previas han sugerido vínculos entre la exposición a estas sustancias químicas en el útero y los padres que informan de enfermedades respiratorias infantiles como sibilancias, asma e infecciones en el pecho. El nuevo estudio es el primero en mostrar un vínculo con las medidas objetivas de fuerza y capacidad pulmonar en relación con la exposición de bajo nivel a estos productos químicos.

   Los investigadores detrás del estudio dicen que este hallazgo es importante en términos de tratar de mejorar la salud de todos los niños a través de la monitorización y el control de sustancias dañinas, pero que el efecto en los pulmones de los niños individuales es pequeño.

   "Ya tenemos evidencia de que la exposición a sustancias químicas ambientales, incluidos compuestos organoclorados, puede tener un impacto en la salud infantil. Aunque este grupo de sustancias químicas fue prohibido en la década de 1970, todavía hay niveles bajos pero detectables en mujeres embarazadas y en niños. Eso significa que las poblaciones actuales y las generaciones futuras todavía están expuestas a estos compuestos", explica Maribel Casas, profesora asistente de investigación en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un centro respaldado por la Fundación la Caixa.

EXPOSICIÓN MEDIANTE LA PLACENTA Y LA LACTANCIA

   Se cree que los compuestos organoclorados interrumpen el sistema hormonal y se han relacionado con una amplia gama de afecciones que incluyen trastornos cardiovasculares, cánceres y bebés con bajo peso al nacer. La principal fuente de exposición es a través de los alimentos que comemos, pero los fetos y los recién nacidos pueden exponerse a través de la placenta y la lactancia.

   La doctora Casas, encargada de presentar el estudio, y sus colegas estudiaron a 1.308 bebés que nacieron en zonas de Valencia, Guipúzcoa y Sabadell entre 2004 y 2008. Midieron los niveles de siete compuestos organoclorados diferentes en la sangre de la madre embarazada o en la sangre extraída del cordón umbilical.

   A medida que los niños crecían, se les pidió que participaran en pruebas para medir su función pulmonar a la edad de 4 años, y nuevamente a los 7 años. Esto fue realizado por enfermeras capacitadas o por neumólogos pediátricos que usaban un espirómetro para medir el volumen pulmonar de los niños y detectar signos de obstrucción en las vías respiratorias.

   En particular, los investigadores encontraron que los niveles de DDE --una sustancia química que se forma cuando el DDT se descompone-- se relacionaron con una función pulmonar más deficiente en los niños de 4 y 7 años. Por ejemplo, la exposición a concentraciones maternas de DDE entre 0,23 y 0,50 nanogramos por mililitro se asoció con una reducción de 50 mililitros en la cantidad de aire que los niños podrían explotar en un segundo (FEV1). Entre los participantes en el estudio, el nivel promedio (mediana) de DDE fue de 0,28 nanogramos por mililitro.

   "Una reducción de este tamaño en la cantidad de aire que un niño puede expulsar no se considerará clínicamente relevante para un niño sano, pero estos cambios más pequeños son muy relevantes a nivel poblacional y pueden ser importantes en niños con afecciones respiratorias. Para reducir la exposición a estos productos químicos, las mujeres en edad reproductiva pueden tratar de moderar el consumo de alimentos con altos niveles de compuestos organoclorados, como carnes grasas y pescado azul", explica Casas.

   Y añade: "Sabemos que este grupo de sustancias químicas puede interferir con el sistema hormonal del cuerpo y que los receptores hormonales desempeñan un papel importante en el desarrollo fetal de los pulmones, por lo que este podría ser el mecanismo de un vínculo". Los investigadores esperan estudiar el impacto de la exposición a compuestos organoclorados en el útero en niños mayores y adolescentes para comprender si este efecto persiste a largo plazo.

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