MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Zhejiang en Hangzhou (China) han descubierto una enzima metabólica llamada AKR1B1 que resulta clave para el desarrollo de un subtipo especialmente agresivo del cáncer de mama y creen que podría combatirse con un inhibidor de la misma que actualmente se utiliza para tratar la diabetes.
En su trabajo, publicado en la revista 'Journal of Experimental Medicine', han visto que esta proteína favorece la progresión de un subtipo conocido como 'basal-like', que afecta a alrededor del 15-20 por ciento de las mujeres con este tumor.
Estos tumores suelen derivar en el subtipo triple negativo, caracterizado por una recurrencia precoz después del tratamiento y por una rápida diseminación a otros órganos, haciendo metástasis en el cerebro o los pulmones. Además, las terapias actuales son poco efectivas y las pacientes acaban falleciendo.
En esta agresividad que presentan estos tumores resulta crucial un proceso llamado transición epitelial-mesenquimal (EMT), en el que las células tumorales se vuelven más móviles y adquieren propiedades parecidas a las células madre, que les permiten resistir el tratamiento e iniciar el crecimiento tumoral en otros tejidos.
En este trabajo, los investigadores observaron que los niveles de una enzima metabólica llamada AKR1B1 estaban significativamente elevados en tumores de mama basales y triples negativos, y que esto se asociaba con un mayor riesgo de metástasis y una supervivencia más corta.
Los investigadores descubrieron que la expresión del AKR1B1 fue inducida por el Twist2, un factor de transcripción celular conocido por desempeñar un papel central en este proceso. El AKR1B1, uno por uno, eleva los niveles de Twist2 mediante la producción de un lípido llamado prostaglandina F2, que activa la vía de señalización NF-B.
Este "bucle de retroalimentación" resulta crucial para que las células tumorales de tipo basal experimenten una transición epitelial-mesenquimal, por lo que la reducción de los niveles de AKR1B1 entorpece la capacidad de las células para migrar.
ESTUDIOS FAVORABLES EN RATONES
Asimismo, han visto que acabar con el AKR1B1 también inhibe el crecimiento y la metástasis de los tumores formados por células basales humanas del cáncer de mama inyectadas en ratones.
"Nuestros datos claramente sugieren que la sobreexpresión del AKR1B1 representa un evento oncogénico que es responsable de los comportamientos agresivos de las células basales de cáncer de mama", según Chenfang Dong, autor de la investigación.
Además, los autores comprobaron que el epalrestat, aprobado en Japón para tratar las neuropatías periféricas asociadas con la diabetes, permite bloquear el crecimiento y la metástasis de células basales humanas de cáncer de mama.
"Dado que epalrestat ya está en el mercado y no tiene efectos secundarios adversos importantes, nuestro estudio proporciona una prueba del principio de que podría convertirse en un valioso fármaco dirigido para el tratamiento clínico del cáncer de mama 'basal-like'", según Dong.