MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Instituto Dental del King's College de Londres en Reino Unido están investigando un fármaco en estudio para el Alzheimer que podría estimular las células madre contenidas en la pulpa del diente generando nueva dentina, protegiendo al diente y reduciendo potencialmente la necesidad de empastes.
Los científicos recuerdan que después de un traumatismo o de una infección, la pulpa blanda interna de un diente puede quedar expuesta e infectada. Para proteger el diente de la infección, se produce de manera natural una delgada dentina, que sella la pulpa del diente, pero es insuficiente para reparar eficazmente grandes cavidades.
Actualmente, los dentistas usan cementos o rellenos para empastar el diente, que están realizados con calcio y productos basados en silicio, para tratar estas cavidades más grandes y llenar los agujeros en los dientes. Este cemento permanece en el diente y no se desintegra, lo que significa que el nivel mineral normal del diente nunca se restaura de manera natural.
Sin embargo, gracias a esta investigación, que ha sido publicada en 'Scientific Reports', se podría en un futuro desarrollar un nuevo método proporcionando una solución más natural para los pacientes.
El autor principal del estudio, el profesor Paul Sharpe del King's College de Londres, ha afirmado que "la simplicidad de nuestro enfoque lo hace ideal como un producto clínico dental para el tratamiento natural de grandes cavidades, proporcionando la protección de la pulpa y restaurar la dentina".
Además, ha añadido, "el uso de un fármaco que ya ha sido probado en ensayos clínicos para la enfermedad de Alzheimer proporciona una oportunidad real de obtener este tratamiento dental rápidamente en las clínicas".
Concretamente, una las pequeñas moléculas utilizadas por el equipo para estimular la renovación de las células madre incluye tideglusib, que se ha utilizado en ensayos clínicos para tratar trastornos neurológicos incluyendo la enfermedad de Alzheimer. Esto presenta una oportunidad real para acelerar el tratamiento en la práctica.
Utilizando esponjas de colágeno biodegradables para administrar el tratamiento, el equipo aplicó dosis bajas de glucógeno sintasa quinasa de pequeña molécula (GSK-3) al diente. Encontraron que la esponja se degradó con el tiempo y que la nueva dentina la reemplazó, llevando a una reparación completa y natural. Las esponjas de colágeno están disponibles en el comercio y están aprobadas clínicamente, lo que contribuye de nuevo al potencial de recolección rápida y uso en clínicas dentales.
Este nuevo enfoque biológico podría utilizar la capacidad natural del diente para reparar grandes cavidades en lugar de utilizar cementos o rellenos, que muchas veces vuelven a infectarse con lo que deben ser reemplazados; en el peor de los casos, cuando se ha realizado múltiples tratamientos, el diente debe ser extraído.