MADRID 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
España no sufrirá una crisis de salud pública provocada por fentanilo u otros opioides sintéticos, ni se sustituirá el consumo de la heroína por el fentanilo ya que, mientras haya heroína, el fentanilo carecerá de mercado y de demanda y, además, los traficantes asiáticos prefieren vender los cada vez más escasos precursores del fentanilo a los cárteles mexicanos para abastecer el mercado norteamericano que a Europa.
Esta es la principal conclusión que se desprende del estudio 'Fentanilo en España: evidencias, percepciones y realidades', realizado por Episteme Social y financiado por el Ministerio de Sanidad.
La dosis mortal del fentanilo, en personas sin tolerancia, es de dos miligramos y un kilogramo de fentanilo puede matar potencialmente a 500.000 personas. En 2021, en Estados Unidos murieron 70.601 personas por sobredosis de opioides sintéticos y, en España, en ese año fallecieron 17 personas con presencia de fentanilo farmacéutico y 1.046 fallecieron personas por reacción aguda tras el consumo de cualquier sustancia psicoactiva.
Ante la hipótesis de que los fentanilos, al ser más fáciles de producir y más rentables que la heroína, sustituirán al opiáceo en los mercados de drogas ilegales, este estudio desmiente que esto sea del todo cierto ya que el mecanismo es más complejo de lo que puede parecer.
Así, el informe resalta que España no se va a enfrentar a una crisis por consumo de fentanilo como la que está ocurriendo en Estados Unidos por diferentes motivos, entre los que destaca principalmente el consumo de heroína y la prohibición de China en mayo de 2019 y los esfuerzos continuos de la comunidad internacional en fiscalizar el fentanilo, que han provocado un claro retroceso de la familia del fentanilo en los mercados internacionales de sustancias ilegales.
En España el consumo de opiodes se centra principalmente en la heroína y, ante la preocupación de que esta sea sustituida por el fentanilo o que se mezclen ambas sustancias, el estudio asegura que la heroína "no desaparecerá de los mercados españoles al menos a corto ni a medio plazo", a pesar de los bajos niveles de producción de opio en Afganistán en 2023 que "difícilmente se repetirán en la cosecha de 2024".
Afganistán es un país multiétnico y dependiente económicamente del cultivo de adormidera, planta que produce opioides como la morfina o la codeína. De hecho, la producción de opio supone hasta el 15 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) afgano. Entre 2017 y 2022 se estima la producción de opio de Afganistán en 39.200 toneladas. Esta cantidad puede producir entre 2.825 y 4.473 toneladas de heroína, pero la llegada al poder de los talibanes agravó la terrible crisis económica y la cosecha de 2023 ha comportado la pérdida de unos 1.250 millones de dólares a los agricultores afganos.
Según resaltan los datos del estudio, en la actualidad, las reservas de heroína a lo largo del tránsito entre Asia y Europa son considerables. Y se estima que las existencias de heroína podrían abastecer los mercados europeos mínimo hasta octubre de 2025 y probablemente alcanzar hasta junio de 2028. Además, si la escasez de heroína es acusada, los primeros mercados en quedar desatendidos serían los asiáticos y los africanos, por lo que España estaría lejos de tener desabastecimiento de heroína y, por tanto, de sustituir esta sustancia por el fentanilo.
"El fentanilo y sus análogos de producción ilícita han estado y estarán ausentes, más allá de la anécdota, de los mercados españoles. A nivel mundial, los fentanilos están en franco retroceso, debido tanto al proceso de fiscalización internacional como a la prohibición de China en 2019. Las empresas ilegales de China, India y Pakistán continúan fabricando precursores de fentanilo pero, en términos globales, la disponibilidad es notablemente inferior que antes de 2019", asegura el estudio.
Además, apunta que la escasa producción se vende a los cárteles mexicanos ya que estos están dispuestos a pagar un mayor precio porque quieren mantener el negocio que les supone satisfacer la gran demanda de Norteamérica. Las empresas chinas legales, una vez que el fentanilo y sus precursores fueron sometidos a fiscalización, empezaron a buscar alternativas acordes con la legalidad china.
Por ello, a partir de 2019, aparecen los nitazenos como alternativa legal a los fentanilos y, desde entonces las notificaciones de fentanilo han tendido a la baja y las de nitazenos al alza que, según el informe, suponen un mayor riesgo que el fentanilo en España. "En España, en el caso hipotético de aparecer algún opioide sintético de producción clandestina, es más probable que sea un nitazeno que un fentanilo", advierte el documento.
Asimismo, el volumen y las características de la demanda de opioides hace inviable una crisis de salud pública. España cuenta con unas escasas sesenta mil personas consumidoras habituales de heroína. La mayoría son personas envejecidas con una larga experiencia en el consumo de drogas y supervivientes a todo tipo de calamidades.
Por último, el estudio destaca que, en el caso que los fentanilos fuesen una realidad, "la poderosa red española de atención a las adicciones podría ofrecer respuestas eficaces, efectivas, eficientes y de calidad a la amenaza".
ESPAÑA, EL PAÍS QUE MEJOR PAGA LA HEROÍNA
Por otro lado, el informe resalta que España sería uno de los últimos países en quedarse sin heroína porque es el país europeo que más paga por ella al por mayor y los narcotraficantes, por poco que puedan, abastecerán con preferencia al país que mejor paga la heroína.
El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA, por sus siglas en inglés) estima en un mínimo de dos años el tiempo que transcurre entre la recolección del opio y la llegada de la heroína a los mercados europeos. Esto significa que, en mayo de 2024, Europa consume la heroína derivada de la cosecha de 2022 e incluso de años anteriores. Es importante destacar que, aunque las próximas cosechas fuesen tan malas como la de 2023, Europa dispondría de heroína afgana un mínimo de dos años y podría alcanzar hasta los cuatro años.
España, de momento, es uno de los puntos de venta más interesantes ya que los precios al por mayor son los más elevados del continente. Los traficantes, ante la escasez de heroína, dejarán de atender los mercados asiáticos para contrabandearla a Europa en general y a España en particular. Esto es un claro factor de protección para España.