MADRID, 18 Sep. (EDIZIONES) -
La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente a nivel mundial. Es una enfermedad grave porque puede producir coágulos de sangre y estos viajar desde el corazón hasta el cerebro y causarle un infarto cerebral. Consiste en un ritmo cardiaco irregular y anormal, y causa normalmente latidos cardiacos muy rápidos.
No obstante, y gracias a los recientes avances de la medicina, según destaca la Fundación Española del Corazón, existen distintos tratamientos para esta enfermedad, y la mayor parte de los pacientes pueden llevar una vida sana y productiva después del tratamiento de la fibrilación auricular. Eso sí, recalca que es importante visitar al médico regularmente en estos casos.
Pero para poder conocerla un poco mejor preguntamos al doctor Óscar Salvador, electrofisiólogo, y médico adjunto de Cardiología del Hospital Universitario de Torrejón (Madrid), quien subraya que para saber en qué consiste es fundamental primeramente el conocer el funcionamiento del corazón.
"El corazón marca el ritmo y sincroniza todas sus partes mediante impulsos eléctricos que se originan en el 'centro de mando' (nodo sinusal). De forma organizada se transmiten primero al resto de la aurícula (bolsitas de musculo cardíaco que se encargan de recoger la sangre del organismo) y posteriormente a los ventrículos (parte del corazón que se encarga de la función de bomba, de impulsar la sangre al resto del organismo). Estos impulsos eléctricos están perfectamente sincronizados y organizados para que la función del corazón sea óptima", detalla.
Así, el doctor Salvador indica que la fibrilación auricular es la desorganización de la actividad eléctrica a nivel de las aurículas, que hacen que de una frecuencia normal entre 50-100 latidos por minuto (lpm) en reposo, pase a 400-600 lpm de frecuencia auricular: "Esta actividad tiene un comportamiento caótico y no permite que las aurículas hagan su función. Es más, cuando sucede en el quirófano de cirugía cardíaca, se observa que la aurícula en fibrilación apenas se mueve. Por suerte, el corazón tiene mecanismos de control y hace que los ventrículos vayan mucho más despacio".
Sobre sus causas, apunta que la fibrilación auricular frecuentemente aparece en el contexto de daño cardíaco previo, siendo los pacientes con fracaso cardíaco, con infarto previo, o con enfermedades valvulares, además de los hipertensos o los obesos, quienes sufren más frecuentemente fibrilación auricular: "Esto se debe a que esta patología de base daña la aurícula, y hace más fácil la desorganización de la actividad auricular, que como hemos comentado es la definición de fibrilación auricular".
No obstante, el electrofisiólogo menciona que también tiene relativa frecuencia la fibrilación auricular en los corazones sanos, llamándose 'fibrilación auricular solitaria': "En estos casos se debe a una predisposición personal de cada paciente, junto con la aparición de latidos auriculares adelantados, que como interaccionan con la actividad normal del corazón, generan la desorganización eléctrica auricular".
¿PODEMOS SOSPECHAR DE ELLA?
Sobre sus síntomas, el doctor Óscar Salvador, electrofisiólogo, y médico adjunto de Cardiología del Hospital Universitario de Torrejón apunta que habitualmente son palpitaciones, falta de aire, sensación de inestabilidad e incluso, si el corazón va muy rápido, puede llegar a notarse dolor de pecho.
"Rara vez aparecen pérdidas de conocimiento. A veces también se tiene fibrilación auricular pero no se nota. No obstante, la gran mayoría ellos tienen un síntoma común: la frecuencia cardíaca no es regular. Tomándose el pulso, si no se observa una cadencia constante, se debería consultar con un médico para estudiar si se tiene fibrilación auricular. Para el diagnóstico es muy simple, solo hay que hacer un electrocardiograma y se ven cambios característicos y definitorios de esta arritmia", aclara.
En cuanto a los tratamientos, el experto apunta que se puede optar por el control de la frecuencia cardíaca para que, pese a ser irregular, esté dentro de valores normales. "También se puede volver al ritmo normal del corazón. Si se opta por este último, el abordaje inicial sería realizar una cardioversión, que puede ser farmacológica o bien mediante cardioversión eléctrica (choque eléctrico para resetear la actividad eléctrica del corazón)", agrega.
Otra vertiente del tratamiento, según apunta, se basa en que esta arritmia genera trombos cardíacos, y por ello se estudian ciertas características del paciente y si tiene indicación, hay que iniciar anticoagulación, probablemente de por vida.
Asimismo, recuerda que la fibrilación auricular sin cardiopatía de base, la fibrilación auricular solitaria, tiene procedimientos tipo cateterismo que permiten aislar eléctricamente el principal foco de latidos extra y de generación de desorden eléctrico en la aurícula: las venas pulmonares. "Al hecho de modificar de esta manera el tejido cardíaco se le llama 'ablación'. Se ha visto que, con diferentes técnicas, el aislamiento de venas pulmonares consigue la remisión de la arritmia hasta en un 95% de los casos", apostilla.
En los pacientes con cardiopatía de base, prosigue el experto del Hospital de Torrejón, el aislamiento de venas pulmonares también es la principal herramienta de abordaje invasivo de esta arritmia, si bien se puede complementar dependiendo de las características del paciente. "Es un procedimiento más individualizado, y el porcentaje de éxito varía de forma general entre el 50% y el 90%, dependiendo de la gravedad y de las características de la patología de base", subraya el doctor Salvador.