MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
La fibromialgia, una enfermedad que causa dolor generalizado persistente y fatiga, puede estar vinculada a un mayor riesgo de muerte como resultado de la vulnerabilidad a los accidentes, las infecciones y, especialmente, el suicidio, sugiere un análisis de datos agrupados de las pruebas disponibles, publicado en la revista de acceso abierto 'RMD Open'.
Las conclusiones llevan a los investigadores a pedir un seguimiento periódico de la salud física y mental de los pacientes para minimizar estos riesgos.
Según los expertos, no está claro qué causa la fibromialgia, pero su prevalencia va en aumento. Además, cada vez se reconoce más que esta afección suele coexistir con otros problemas de salud, como trastornos reumáticos, intestinales, neurológicos y mentales.
Dada la magnitud del dolor que experimentan y la probabilidad de que estos pacientes padezcan otras afecciones dolorosas y debilitantes, se cree que probablemente corren un mayor riesgo de morir antes de tiempo.
Para reforzar esta hipótesis, los investigadores revisaron los hallazgos de 8 estudios relevantes, publicados entre 1999 y 2020, de un conjunto inicial de 33. Agruparon los resultados de 6 de ellos, en los que participaron un total de 188.751 adultos, todos ellos con otras enfermedades coexistentes.
El análisis demostró que la fibromialgia se asociaba con un aumento del 27% del riesgo de muerte por todas las causas a lo largo del tiempo, aunque esto no era cierto para los diagnosticados según los criterios de 1990.
Pero los criterios diagnósticos de la fibromialgia han evolucionado desde 1990 a la par que aumentaba la comprensión del conjunto de síntomas clínicos asociados a la enfermedad. Y, en consecuencia, se revisaron en 2010, 2011 y 2016, señalan los investigadores.
En concreto, el análisis mostró que el riesgo de muerte por cáncer era un 12% inferior al de la población general de la misma edad, y solo ligeramente superior (5%) en el caso de los accidentes. Pero era un 44% más alto en el caso de las infecciones, incluidas la neumonía y la septicemia, y más de tres veces superior en el caso del suicidio.
No está claro si este mayor riesgo se debe a la fibromialgia en sí o a las enfermedades concomitantes, señalan los investigadores, ya que su investigación no se diseñó para evaluar este aspecto. No obstante, subrayan que se trata de una cuestión importante que debe abordarse en futuras investigaciones.
Y advierten de que sus conclusiones deben interpretarse teniendo en cuenta los diferentes diseños y el reducido número de participantes en los estudios incluidos en su análisis.
"Debido a la heterogeneidad significativa entre los estudios, que también fueron pequeños en número, no se pueden extraer conclusiones claras de los datos disponibles --escriben--. Sin embargo, es posible que para el subgrupo de pacientes diagnosticados según los criterios de 1990 no haya un mayor riesgo de mortalidad, y que para los diagnosticados según versiones posteriores el riesgo aumente".
Sugieren que existen explicaciones plausibles para sus hallazgos. "El hallazgo de una mayor mortalidad asociada a los accidentes puede derivarse de la fatiga, el sueño no reparador y las dificultades de concentración que acompañan a la fibromialgia, y que son un componente de sus criterios diagnósticos desde 2010", subrayan.
"Cada vez más evidencias apoyan la implicación del sistema inmune y la inflamación en la fisiopatología de la fibromialgia, lo que puede explicar el hallazgo de mayor mortalidad por infecciones --prosiguen--. La comorbilidad física puede ser una explicación adicional".
Además, el menor riesgo de muerte por cáncer puede deberse al amplio uso de los servicios sanitarios por parte de estos pacientes, sugieren.
Los riesgos identificados en su análisis "podrían representar un grave problema de salud pública, dada la elevada prevalencia de la enfermedad", que los clínicos no siempre se toman en serio, señalan.
"Los estudios han demostrado que el personal médico es reacio a aceptar la fibromialgia como una afección médica, y se enfrentan a dificultades emocionales y psicológicas para interactuar con estos pacientes y hacer frente a su trastorno", escriben.
"A menudo se califica a la fibromialgia de 'afección imaginaria', con debates continuos sobre la legitimidad y la utilidad clínica de este diagnóstico. Nuestra revisión proporciona una prueba más de que los pacientes con fibromialgia deben ser tomados en serio, con especial atención al cribado de la ideación suicida, la prevención de accidentes y la prevención y tratamiento de infecciones", concluyen.