MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
El doctor Xavier Aldeguer, del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Doctor Josep Trueta de Girona y Hospital Santa Caterina de Salt, ha resaltado que la flora intestinal podría ser un buen marcador para detectar algunas enfermedades reumáticas en el organismo.
El intestino es el órgano humano con mayor cantidad de células inmunitarias. En este sentido, la microbiota parece que juega un papel como agente necesario, o al menos como mediador, en las enfermedades inmunomediadas, ya que "en un contexto de predisposición de tipo genético y epigenético, la acción ambiental parece verse mediada por los cambios en la microbiota", ha asegurado durante el 'I Curso Multidisciplinar en Reumatología, Dermatología y Enfermedad Inflamatoria Intestinal', organizado por la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de Gebro Pharma.
No obstante, ha puntualizado que a día de hoy es difícil establecer hasta dónde llega el factor patogénico y lo que sería un epifenómeno (fenómeno secundario) a la hora de establecer la implicación que pudiera tener la flora microbiana en el desarrollo de enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide.
Sin embargo, el doctor Aldeguer ha asegurado "la disbiosis (es decir, una disminución en la diversidad bacteriana que afecta sobre todo al grupo de bacterias fermentadoras, 'Firmicutes') es una constante en las enfermedades reumatológicas, efecto que también parece asociarse a un aumento de la permeabilidad intestinal que se traduce en una mayor proporción de bacterias de origen intestinal circulando por el torrente sanguíneo".
Diversos estudios han evidenciado el papel de la microbiota como señal, como un "chivato" muy precoz, probablemente debido a "cambios en el microambiente inmunológico y epigénico intestinal derivados a su vez a cambios de las distintas redes inmunológicas de clones de células inmunitarias y citocinas a nivel sistémico".
En este sentido, el experto ha mostrado su entusiasmo ante el futuro de la investigación en este campo. "Vienen épocas muy emocionantes en las que visualizo que entenderemos mucho mejor el papel de la microbiota en las enfermedades inmunomediadas. En paralelo, avanzaremos en su modulación con terapias personalizadas dirigidas al microbioma a partir de marcadores que nos orienten de los cambios disbióticos de un paciente determinado, de manera que estas terapias pasarán a ser más útiles y podremos usarlas como coadyuvantes junto a los tratamientos inmunomoduladores como los anticuerpos monoclonales", ha concluido.