MADRID 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
Unos músculos cuádriceps más fuertes que los isquiotibiales podrían reducir el riesgo de artroplastia total de rodilla, según un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA). Los investigadores afirman que los resultados podrían servir de base para los programas de entrenamiento de fuerza destinados a personas con artritis avanzada de rodilla.
La artrosis avanzada de rodilla es una de las principales causas de dolor y discapacidad en todo el mundo. Aunque en general se considera que los grupos musculares más fuertes están asociados a una menor tasa de reemplazo total de rodilla, su importancia relativa no está bien establecida. De particular interés es la relación entre los extensores y los isquiotibiales, los dos grupos musculares más importantes de la rodilla.
Los extensores, los músculos de la parte anterior del muslo comúnmente denominados cuádriceps, son el grupo muscular más fuerte del cuerpo y tienen una influencia esencial en la marcha, otras actividades y la biomecánica. Los músculos de la parte posterior del muslo, conocidos como isquiotibiales, son responsables de la extensión de la cadera y la flexión de la rodilla, por lo que son igualmente esenciales para la actividad física.
"Los dos grupos musculares actúan como fuerzas contrarias, y el equilibrio entre ellos permite una amplia gama de actividades al tiempo que protege la articulación de la rodilla --afirma la autora principal del estudio, la doctora Upasana Upadhyay Bharadwaj, de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), en Estados Unidos--. Un desequilibrio, además de otros factores, provoca un cambio en la biomecánica que da lugar a la progresión de la artrosis".
El doctor Upadhyay Bharadwaj y sus colegas evaluaron el volumen muscular del muslo en 134 participantes de la Iniciativa de Osteoartritis, un estudio nacional patrocinado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Compararon a 67 pacientes que se habían sometido a una artroplastia total de una sola rodilla con 67 participantes de control que no se habían sometido a la intervención. Los casos y los controles se emparejaron según variables como la edad y el sexo.
Los investigadores obtuvieron imágenes de resonancia magnética de 3T del muslo en el momento de la intervención. También evaluaron los resultados de las IRM de dos y cuatro años antes de la intervención. Utilizaron un modelo de aprendizaje profundo previamente entrenado para segmentar y calcular los volúmenes de los músculos del muslo, medidas que son tediosas de calcular manualmente.
Al comparar a los pacientes que se sometieron a una artroplastia total de rodilla con el grupo de control, una mayor relación entre el volumen de los cuádriceps y el de los isquiotibiales se asoció significativamente con menores probabilidades de artroplastia total de rodilla. Los mayores volúmenes de isquiotibiales y gracilis, un músculo largo y delgado de la cara interna del muslo, también se relacionaron con menores probabilidades de sustitución total de rodilla.
"Nuestro estudio muestra que, además de músculos fuertes individualmente, los grupos de músculos extensores más grandes -en relación con los grupos de músculos isquiotibiales- se asocian significativamente con menores probabilidades de cirugía de reemplazo total de rodilla en dos a cuatro años", explica el doctor Upadhyay Bharadwaj.
Las conclusiones del estudio tienen implicaciones tanto para la interpretación de las pruebas de imagen como para el tratamiento clínico. Los resultados sugieren que los programas de entrenamiento que fortalecen el cuádriceps en relación con los isquiotibiales pueden ser beneficiosos.
"Aunque suponemos que el volumen muscular total es importante como marcador sustitutivo de la fuerza muscular, la proporción, y por tanto el equilibrio, entre los músculos extensores y los isquiotibiales puede ser más importante y estar significativamente asociada con una menor probabilidad de sustitución total de la rodilla", señala Bharadwaj.
Aunque el estudio se centró en personas con artritis, los resultados también pueden ayudar a informar sobre el entrenamiento de fuerza para un segmento más amplio de la población, añaden los investigadores.
"Si bien estos resultados son esenciales para la terapia dirigida a una población con riesgo de artrosis, incluso el público en general puede beneficiarse de nuestros resultados para incorporar de forma preventiva ejercicios de fortalecimiento adecuados", concluye el doctor Upadhyay Bharadwaj.