El frío empeora diferentes patologías como psoriasis, dermatitis atópica o rosácea

Especialista de Vithas
Especialista de Vithas - VITHAS
Publicado: viernes, 10 enero 2025 12:46

   VALÈNCIA, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La doctora Belén Fabre, dermatóloga del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, ha advertido este viernes que durante el invierno, diversos factores como el frío, el viento o las duchas con agua muy caliente afectan la integridad de la barrera cutánea originando una mayor pérdida de lípidos y agua, y la bajada de temperaturas empeora diferentes patologías dermatológicas como la psoriasis, la dermatitis atópica, la rosácea, ciertos tipos de urticaria o incluso el acné.

    Según ha detallado Vithas en un comunicado, la llegada del frío tiene un impacto significativo en la pie ya que, cuando las temperaturas bajan y el aire se vuelve más seco, a menudo experimenta sequedad, descamación y enrojecimiento. Además, suele volverse más fina, tensa, opaca, sin brillo y con tendencia a agrietarse.

    La doctora Fabre explica que la principal función de la piel es la protección "y su estructura nos ayuda a mantener la hidratación. Además, evita la entrada de sustancias o microorganismos agresivos para la piel. Lo que ocurre durante los meses de invierno es que nos exponemos a diversos factores que afectan la integridad de la barrera cutánea como son el frío, el viento, las duchas o baños con agua demasiado caliente, que pueden llegar a alterar la estructura y composición de la piel llevando a una mayor pérdida de lípidos y agua".

    La consecuencia de esto es tener la función barrera "alterada", por lo que la piel "no es capaz de ejercer su efecto de protección, volviéndose más sensible". Según la especialista, "el frío causa vasoconstricción por lo que los capilares se contraen disminuyendo la irrigación, lo que provoca que llegue menos oxígeno y nutrientes a la dermis" y subraya que la piel "puede volverse más sensible y propensa a irritaciones ante el frío extremo que puede causar enrojecimiento en la piel, especialmente en las mejillas y la nariz".

    Por otra parte, se retrasa el ciclo de renovación celular. "Al contrario de lo que ocurre en el verano, se acumulan mayor cantidad de células muertas, impidiendo que la secreción sebácea natural de la piel llegue a la superficie para lubricar y nutrir la epidermis, dejando la piel seca y sensible, y esto, al final, genera sensación de tirantez y malestar".

PRECAUCIÓN

   Según la doctora Belén Fabre, "debemos tomar medidas preventivas y proteger la piel durante los meses de frío. Es importante protegerse de la nariz a la barbilla con prendas de algodón, ya que este tejido irrita menos que otros como la lana". Especialmente importante es hidratar profundamente el cutis. Se recomienda hacer uso de una crema hidratante rica en ingredientes como el ácido hialurónico, la glicerina, la manteca de karité y las ceramidas.

    "Se debe tener cuidado con los limpiadores agresivos ya que pueden eliminar los aceites naturales que protegen la piel, haciendo que se intensifique la sequedad. Por ello, se deben utilizar limpiadores suaves", afirma la especialista.

    "Las manos y labios deben hidratarse dos veces al día pues son zonas muy sensibles a la sequedad. Aplicar una crema de manos rica en nutrientes y protectora después de lavarlas, además de utilizar bálsamos labiales para evitar los labios agrietados", ha comentado la doctora Fabre.

    Por otra parte, es importante evitar las duchas con agua muy caliente ya que contribuye a la sequedad cutánea, al aumento de picor e incluso a la aparición de dermatitis. "Por eso, en invierno lo mejor para cuidar la piel es optar por duchas con agua tibia", explica la especialista.

CUIDADO CON EL SOL

   A su vez, ha alertado de que los rayos UV del sol pueden quemar y dañar la piel durante todo el año, especialmente, en altitudes elevadas y en superficies reflectantes como la nieve o el hielo, donde se refleja la luz ultravioleta del sol. Por tanto, los protectores solares son también necesarios.

    "Es recomendable utilizar una crema solar con un factor de protección de al menos 30 en todas las áreas expuestas al sol, incluido el rostro, y repetir el proceso durante el día tantas veces como resulte necesario", agrega Fabre.

    La dieta también influye en la piel. Se recomienda evitar el consumo de harinas y azúcares refinados, grasas trans o alimentos procesados.

Contador