MADRID, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -
El uso de la cachimba ha crecido en popularidad en los últimos años. De hecho, 1 de cada 5 estudiantes universitarios en Estados Unidos y Europa la ha probado, pero esta práctica podría ser más peligrosa que otras formas de fumar, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Irvine (Estados Unidos), publicado en la revista 'Aerosol Science and Technology'.
Utilizando un aparato de pruebas hecho a medida, estos químicos analizaron las emisiones durante una típica sesión de cachimba y descubrieron que una extracción de una pipa puede contener tantas sustancias nocivas como el humo de un cigarrillo entero.
"El humo inhalado directamente por el usuario tiene muchas sustancias químicas tóxicas y nocivas, como la nicotina, que puede conducir a la adicción al tabaco; compuestos de carbonilo irritantes; y la bencina, un conocido carcinógeno. Y debido al mayor volumen inhalado por cada bocanada y a la mayor duración de la sesión de fumar, la cachimba a menudo da una dosis más alta de esos químicos al fumador", advierte la autora principal del trabajo, Veronique Perraud.
En su trabajo, también han evidenciado que la cachimba también producía una gran cantidad de monóxido de carbono (CO), principalmente de la quema de carbón vegetal para calentar el tabaco o la mezcla de hierbas en su tazón. El estudio, de hecho, refiere varios casos en los que los usuarios de esta pipa han sufrido intoxicación por CO. Además de probar el tabaco común, el grupo estudió una mezcla de hierbas sin nicotina, comercializada como una alternativa más saludable, y descubrió que tenía niveles aún más altos de gases tóxicos presentes en el humo común.
Pese a que estudios anteriores han detallado los riesgos de la cachimba, esta investigación es la primera en caracterizar las partículas ultrafinas (diámetro inferior a 100 nanómetros) en el humo inhalado. Usando un par de espectrómetros de masas, los científicos midieron la composición química tanto de los gases como de los sólidos emitidos durante una sesión de cachimba en tiempo real, una diferenciación clave con respecto a trabajos anteriores.
"Típicamente, los investigadores recolectaban muestras de un filtro que capturaba el humo y las partículas de toda una sesión, pero a través de nuestra técnica de probar las emisiones al principio, a la mitad y al final de una sesión de fumar, pudimos demostrar que un fumador de cachimba está expuesto a una mayor cantidad de partículas ultrafinas durante los primeros 10 minutos en comparación con el resto del tiempo", asegura Perraud.
Estas minúsculas partículas pueden plantear riesgos significativos para la salud porque pueden penetrar profundamente en el sistema pulmonar, y las más pequeñas pueden cruzar fácilmente la barrera hematoencefálica.
LA CACHIMBA Y EL TABACO
"Uno de los grandes mitos sobre el uso de la cachimba es que el agua del tazón filtra los productos químicos tóxicos, proporcionando un escudo para el fumador. En nuestro estudio, mostramos que este no es el caso para la mayoría de los gases y que, posiblemente debido a su efecto de enfriamiento, el agua en realidad promueve la formación de partículas ultrafinas", detalla la investigadora.
Otra diferencia entre la cachimba y el fumar cigarrillos es la temperatura a la que se quema el tabaco. El contenido del cuenco de narguile quemado en frío produjo composiciones químicas menos complejas que las que se producen en el humo de los cigarrillos, pero con una mayor cantidad de derivados del azúcar, así como glicerol. Cuando se calienta, esta sustancia normalmente inofensiva que se utiliza como aditivo alimentario se descompone, creando pequeños aldehídos que son irritantes y potencialmente cancerígenos.
Este no ha sido el único estudio que ha advertido sobre los peligros de la cachimba. Una investigación de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos) en agosto de 2018 reveló que fumar esta pipa de agua provoca efectos negativos similares a los que produce el tabaco tradicional, como es el desarrollo de problemas cardiovasculares.
Demostraron que con una sola sesión de cachimba la presión arterial y la frecuencia cardíaca aumenta en 16 latidos por minuto, así como las medidas de rigidez arterial, un factor de riesgo clave en el desarrollo de afecciones cardiovasculares como ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. El aumento de la rigidez arterial fue comparable a los datos observados por los fumadores de cigarrillos después de fumar.