MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las gafas que se comercializan para filtrar la luz azul probablemente no influyen en la fatiga ocular causada por el uso del ordenador ni en la calidad del sueño, según una revisión de 17 ensayos controlados aleatorios de las mejores pruebas disponibles hasta el momento.
La revisión tampoco encontró pruebas de que las lentes con filtro de luz azul protejan contra el daño a la retina, el tejido sensible a la luz situado en la parte posterior del ojo, ya que los estudios incluidos no evaluaron este resultado. Las lentes de filtro de luz azul, también conocidas como gafas de bloqueo de luz azul, se han prescrito o recomendado cada vez más, a menudo por optometristas, desde principios de la década de los 2000.
La nueva revisión, publicada en la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas (Cochrane Database of Systematic Reviews), fue dirigida por investigadores de la Universidad de Melbourne (Australia) en colaboración con colegas de la City, la Universidad de Londres (Reino Unido) y la Universidad de Monash.
El equipo se propuso evaluar los efectos de las lentes con filtro de luz azul en comparación con las lentes sin filtro de luz azul para mejorar el rendimiento visual, proporcionar protección a la retina y mejorar la calidad del sueño. Analizaron los datos de todos los ensayos controlados aleatorizados que pudieron encontrar sobre el tema y hallaron 17 ensayos de seis países. El número de participantes en cada estudio osciló entre cinco y 156, y el periodo de tiempo durante el que se evaluaron las lentes osciló entre menos de un día y cinco semanas.
La autora principal de la revisión, Profesora Asociada Laura Downie, Dame Kate Campbell Fellow y Jefa del Laboratorio Downie: Anterior Eye, Clinical Trials and Research Translation Unit, en la Universidad de Melbourne, señala que descubierto que el uso de lentes con filtro de luz azul para reducir la fatiga visual asociada al uso del ordenador puede no presentar ventajas a corto plazo, en comparación con las lentes sin filtro de luz azul.
"Tampoco está claro en la actualidad si estas lentes afectan a la calidad de la visión o a los resultados relacionados con el sueño, y no se han podido extraer conclusiones sobre los posibles efectos en la salud de la retina a largo plazo --añade--. La gente debería tener en cuenta estos hallazgos a la hora de decidir si compra estas gafas".
Sin embargo, también hay que tener en cuenta la calidad y la duración de los estudios. "Realizamos la revisión sistemática según las normas metodológicas Cochrane para garantizar la solidez de los hallazgos. Sin embargo, nuestra certeza en los hallazgos comunicados debe interpretarse en el contexto de la calidad de las pruebas disponibles --prosigue--. El corto periodo de seguimiento también afectó a nuestra capacidad para considerar posibles resultados a más largo plazo".
El primer autor de la revisión, el doctor Sumeer Singh, investigador postdoctoral en el Laboratorio Downie, apunta que "siguen siendo necesarios grandes estudios de investigación clínica de alta calidad con un seguimiento más prolongado en poblaciones más diversas para determinar con mayor claridad los posibles efectos de las lentes oftálmicas con filtro de luz azul sobre el rendimiento visual, el sueño y la salud ocular. Deberían examinar si los resultados de eficacia y seguridad varían entre distintos grupos de personas y utilizando distintos tipos de lentes", añade.
La revisión no encontró informes consistentes de efectos secundarios adversos por el uso de lentes con filtro de luz azul. Cualquier efecto tendía a ser leve, infrecuente y temporal. Incluían incomodidad al llevar las gafas, dolores de cabeza y mal humor. Es probable que estuvieran relacionados con el uso de gafas en general, ya que se notificaron efectos similares con lentes sin filtro de luz azul.
Según el profesor Downie, "en los últimos años se ha debatido mucho si las lentes con filtro de luz azul son adecuadas para la práctica oftalmológica. La investigación ha demostrado que estas lentes se prescriben con frecuencia a los pacientes en muchas partes del mundo, y existe una serie de afirmaciones comerciales sobre sus posibles beneficios, como que pueden reducir la fatiga ocular asociada al uso de dispositivos digitales, mejorar la calidad del sueño y proteger la retina de los daños inducidos por la luz".
"Los resultados de nuestra revisión, basados en las mejores pruebas actuales disponibles, muestran que las pruebas de estas afirmaciones no son concluyentes y son inciertas --resalta--. Nuestros resultados no apoyan la prescripción de lentes con filtro de luz azul a la población general. Estos resultados son relevantes para un amplio abanico de partes interesadas, incluidos los profesionales de la visión, los pacientes, los investigadores y la comunidad en general".
"En los últimos años se ha debatido mucho si las lentes oftálmicas con filtro de luz azul son adecuadas para la práctica oftalmológica --prosigue--. La investigación ha demostrado que estas lentes se prescriben con frecuencia a los pacientes en muchas partes del mundo, y existe una serie de reclamos de marketing sobre sus posibles beneficios, incluyendo que pueden reducir la fatiga visual asociada con el uso de dispositivos digitales, mejorar la calidad del sueño y proteger la retina de los daños inducidos por la luz. Los resultados de nuestra revisión, basados en las mejores pruebas actuales disponibles, muestran que las pruebas de estas afirmaciones no son concluyentes y son inciertas".
"Nuestros resultados no apoyan la prescripción de lentes con filtro de luz azul a la población general --insiste--. Estos resultados son relevantes para un amplio abanico de partes interesadas, incluidos los profesionales de la visión, los pacientes, los investigadores y la comunidad en general".
No están claros los posibles mecanismos por los que las lentes con filtro de luz azul podrían ayudar con la fatiga ocular, el sueño y la protección de la retina. Una de las razones por las que se afirman los beneficios de estas lentes es que los dispositivos digitales modernos, como ordenadores y teléfonos inteligentes, emiten más luz azul que las fuentes de iluminación tradicionales, y se utilizan durante más tiempo y más cerca de la hora de acostarse.
Según Singh, "la cantidad de luz azul que reciben nuestros ojos de fuentes artificiales, como las pantallas de ordenador, es aproximadamente una milésima parte de la que recibimos de la luz natural. También hay que tener en cuenta que las lentes con filtro de luz azul suelen filtrar entre el 10 y el 25% de la luz azul, dependiendo del producto. Filtrar niveles más altos de luz azul exigiría que las lentes tuvieran un tinte ámbar evidente, lo que tendría un efecto sustancial en la percepción del color".