Los ganglios linfáticos del cuello están conectados a una complicada red de tubos llamados vasos linfáticos que se distribuyen por todo el cuerpo. Estos vasos linfáticos y las glándulas están llenas de un fluido llamado linfa, que a su vez contiene millones de linfocitos. Estas células forman la primera línea de combate de nuestro sistema inmune.
GANGLIOS LINFÁTICOS
Los ganglios linfáticos suelen encontrarse en grupos o cadenas en el organismo. Algunos de ellos se encuentran tan por debajo que incluso no se pueden detectar aunque estén los ganglios inflamados y otros se encuentran justo bajo la piel. Los principales grupos de ganglios linfáticos se encuentran alrededor de la cabeza y cuello (detrás y delante de las orejas, en la base del cuero cabelludo, bajo la barbilla y sobre las clavículas), en las axilas y en las ingles.
Según explica a Infosalus el doctor Julio Hernández, médico de familia del Centro de Salud de Argés (Toledo) y miembro de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMG), la inflamación de los ganglios linfáticos suponen adenopatías que pueden ser de distintos tamaños, únicas o en cadenas ganglionares.
¿POR QUÉ SE INFLAMAN LOS GANGLIOS LINFÁTICOS?
Cuando el organismo detecta un intruso, una infección u otro objeto extraño que no reconoce, moviliza este ejército de glóbulos blancos (linfocitos) hacia donde es necesario, acumulándose en las glándulas linfáticas más cercanas a este lugar. "La inflamación de los ganglios del cuello es frecuente en las enfermedades benignas como las amígdalas y entre un 60% y un 80% de los casos que se dan en personas jóvenes tienen una causa benigna", aclara el médico de familia.
La causa más común para la inflamación es una infección vírica o bacteriana en la zona cercana si es local como una infección de amígdalas, algunas infecciones pueden ocasionar que se inflamen todas las glándulas, como en el caso de la mononucleosis, y de forma menos común pueden deberse al cáncer.
"Las adenopatías son móviles y dolorosas en el caso de causas infecciosas y más duras cuando la causa es maligna", señala Hernández. El cáncer que afecta al sistema sanguíneo (leucemia) o el sistema linfático en sí mismo (linfoma) puede dar lugar a glándulas inflamadas en más de un área.
Si el cáncer en una parte del cuerpo se extiende a través del sistema linfático se puede producir la inflamación de las glándulas cercanas. Así, el cáncer de mama puede ocasionar la inflamación de glándulas en una axila y los de garganta o pulmón pueden aumentar las glándulas del cuello.
Los ganglios pueden crecer o aumentar porque aumenten las células de las que se componen ya sea por una infección local o general pero también pueden aumentar como reacción ante medicamentos o debido a depósitos de lípidos.
GANGLIOS LINFÁTICOS, ¿DEBO IR AL MÉDICO?
A menudo la inflamación de las glándulas es un signo de que el organismo está combatiendo una infección, sin embargo si no existe ninguna infección en curso o hace dos semanas que ésta pasó y existen otros síntomas de reciente aparición es mejor buscar las causas.
"Si se detecta la inflamación de los ganglios hay que acudir al médico en casi todas las ocasiones", adelanta Hernández. Hay que tener en cuenta si esta aparición se ha producido de forma brusca y aguda. Si sucede en el curso de una enfermedad infecciosa esta inflamación suele ser benigna pero si existen pocos síntomas y no hay enfermedad febril hay que buscar su origen.
"Los ganglios aumentados benignos se inician en pocos días en las enfermedades infecciosas locales o generales como la mononucleosis. Sin embargo, un ganglio solitario que crece en semanas y de consistencia dura requiere de un estudio, no hay que esperar para acudir al médico", señala el doctor Hernández.
PARA EL DIAGNÓSTICO DE GANGLIOS SE REALIZAN PRUEBAS SANGUÍNEAS DEL HEMOGRAMA
Para el diagnóstico se realizan pruebas sanguíneas básicas del hemograma, el recuento de leucocitos y células sanguíneas, serología para enfermedades por virus o posibles anemias, si la analítica no da un diagnóstico rápido se realiza entonces una ecografía y una biopsia de ganglio linfático.
A pesar de que las enfermedades infecciosas son habituales en los niños, por lo que podría ser más común en ellos la presencia de ganglios aumentados de tamaño, el doctor señala que "no hay que descuidarse, aunque se da en pocos casos las leucemias son enfermedades graves que pueden dar la cara en síntomas como la inflamación de los ganglios".