Gas mostaza y su relación con la quimioterapia y otras incógnitas de este tratamiento

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Actualizado: miércoles, 6 noviembre 2024 18:01

MADRID, 6 Nov. (EDIZIONES) -

Hoy entendemos por quimioterapia a la terapia con fármacos sintéticos para tratar el cáncer; pero no todo lo empleado para combatir esta enfermedad es algo químico, porque también puede haber proteínas, por ejemplo, o hormonas.

Así nos lo explica en una entrevista con Infosalus Beatriz Monje, farmacéutica adjunta responsable del área de elaboración de Quimioterapias y mezclas intravenosas en el servicio de Farmacia del Hospital Universitario del Henares (Coslada), que junto a su hermana Elena, también farmacéutica, han publicado ‘La dosis hace al fármaco o al veneno’ (Oberon).

Desde la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) indican a este respecto que hay más de 50 fármacos antineoplásicos distintos, que se pueden emplear solos o en combinación. “También son factibles las combinaciones con determinados fármacos dirigidos, como anticuerpos monoclonales, e incluso con la inmunoterapia”, agrega.

Así, detalla esta institución que, mientras que la cirugía y la radioterapia actúan eliminando tumor a nivel local, la quimioterapia se distribuye de forma sistémica, y actúa tanto a nivel local, como de forma general por todo el organismo, y puede destruir células malignas que estén a distancia.

¿QUIMIOTERAPIA, CUALQUIER TRATAMIENTO CONTRA EL CÁNCER?

    Entrevistamos, además, en Europa Press Infosalus para este reportaje a la doctora Rebeca Lozano, que es secretaria científica de SEOM, así como oncóloga médico del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, y le preguntamos si, realmente, podemos considerar a la ‘quimioterapia’ como cualquier tratamiento contra el cáncer: “No, la quimioterapia no engloba a la inmunoterapia, ni a los anticuerpos monoclonales, ya que cada uno pertenece a categorías diferentes dentro de los tratamientos contra el cáncer, y tienen mecanismos de acción distintos”.

    Específicamente, detalla que la quimioterapia se refiere al ‘uso de agentes químicos que dañan de forma directa o indirecta el ADN de las células tumorales para interferir en su capacidad de dividirse y proliferar’: “Estos fármacos suelen actuar sobre células que se dividen rápidamente (como las células de un tumor maligno o cancerosas), pero también pueden afectar a células sanas con una rápida división, como las del cabello o el sistema digestivo, lo que explica algunos de sus efectos secundarios”.

En el caso de la inmunoterapia, señala que esta vía terapéutica tiene como objetivo estimular el sistema inmunológico del propio paciente para que éste sea capaz de identificar y de destruir las células tumorales malignas. “Por ejemplo, los inhibidores del punto de control inmune actúan bloqueando las señales que las células tumorales emplean para evadir la respuesta del sistema inmunológico, permitiendo que los linfocitos ataquen al tumor”, aclara la oncóloga.

Mantiene, a su vez, que los anticuerpos monoclonales, por su parte, son proteínas diseñadas en laboratorio que se unen a moléculas específicas en la superficie de las células cancerosas: “Cada anticuerpo monoclonal está diseñado para reconocer una proteína particular en las células tumorales, lo que permite una mayor precisión en el tratamiento. Un ejemplo sería el ‘trastuzumab’, que se usa en el tratamiento del cáncer de mama que expresa HER2 (HER2 positivo)”.

ERA UN ARMA DE GUERRA

¿Sabías que la quimioterapia no se empleó inicialmente con fines médicos, sino como arma militar, como gas mostaza en la Primera Guerra Mundial? La farmacéutica experta en quimioterapia Beatriz Monje nos cuenta que la primera vez que se descubrió algo efectivo contra el cáncer era la quimioterapia, que entonces se empleaba como un arma militar contra los enemigos, en forma de gas mostaza: “Los supervivientes fueron estudiados por los médicos y vieron que tenían un numero de glóbulos blancos bajo; esto lo usaron para tratar leucemias a dosis muy bajas, y a día de hoy se utiliza un medicamento muy parecido para los trasplantes de médula, y así ya se puede repoblar con células sanas en estos casos”.

Desde la SEOM recuerdan que, tras varios años usando este producto, se observó que los niveles de glóbulos blancos eran más bajos en los militares que estuvieron expuestos a este tipo de sustancia. “De esto se dedujo que quizás dicho producto podría tener capacidad para matar células. De hecho, la mostaza nitrogenada fue el primer fármaco en mostrar regresiones tumorales en pacientes con linfoma de Hodgkin, y el primer quimioterápico aprobado por la Agencia reguladora de medicamentos de Estados Unidos (la famosa FDA) para uso humano”, añade.

DIFERENTES TIPOS DE QUIMIOTERAPIAS

Eso sí, recuerda la SEOM que la elección de uno u otro tratamiento depende del tipo de tumor, de su localización, del estadio tumoral, del estado general de paciente, de su comorbilidad, así como de las características “geriátricas” del individuo (en el caso de pacientes de edad avanzada), o de los tratamientos administrados previamente, etc. “Suele existir protocolos, perfeccionados mediante ensayos clínicos, que garantizan que la atención sea más eficaz y más segura, y la aplicación de un método de calidad derivado de estudios de investigación”, apostilla.

Por su parte, la doctora Rebeca Lozano, oncóloga médico del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, recuerda que existen múltiples tipos de quimioterapia que se pueden clasificar según su mecanismo de acción: agentes alquilantes, derivados de platino, antimetabolitos, inhibidores de las topoisomerasas, agentes que interaccionan con los microtúbulos, etc. “Todos ellos, de diferente manera, van a producir daños en el ADN bien sea de forma directa o indirecta, con el fin de inhibir la replicación y el crecimiento de las células tumorales”, apunta.

Además, reconoce que, según la finalidad del tratamiento, la quimioterapia se puede agrupar en:

- Quimioterapia adyuvante: Es la que se administra después de un tratamiento radical con intención curativa, como por ejemplo la cirugía, con el fin de reducir el riesgo de recaídas.

- Quimioterapia neoadyuvante: Es aquella que se administra antes de un tratamiento radical, como la cirugía o la radioterapia; el objetivo es reducir el tamaño del tumor para obtener mejores resultados posteriormente con el tratamiento radical.

- Quimioterapia concomitante con radioterapia: Se administra junto con la radioterapia para potenciar sus efectos y aumentar la eficacia.

- Quimioterapia paliativa: Este tipo de tratamiento no tiene como objetivo la curación, pero sí permite aumentar la supervivencia, controlar o reducir el tamaño del tumor y mejorar los síntomas asociados a la enfermedad.

A su vez, esta secretaria científica de SEOM subraya que, según la forma de administración, de forma general podemos diferenciar entre la quimioterapia intravenosa (es lo más frecuente) o la quimioterapia oral.

DESVENTAJAS DE LA QUIMIOTERAPIA

Se han hecho avances significativos en el desarrollo de la quimioterapia del cáncer, desde la Sociedad Española de Oncología Médica resaltan que la quimioterapia se ha integrado en programas de tratamiento multimodal con cirugía y radioterapia, y es posible administrar varios fármacos quimioterápicos en una misma línea de tratamiento. “Se han observado excelentes resultados en varios tumores sólidos, incluyendo cánceres de mama, colon, esófago y cabeza y cuello, entre otros”, celebra.

No obstante, sí llama la atención sobre una de sus principales desventajas: su escasa especificidad, de manera que la quimioterapia afecta a otras células y tejidos normales del organismo, sobre todo si se encuentran en división activa, y que pueden estar sanos.

Además, otro obstáculo importante que, tal y como destaca, limita que la quimioterapia logre la curación completa en algunos cánceres avanzados es la aparición de resistencias frente a la misma. “Además, hay tumores que tradicionalmente se han considerado sensibles a la quimioterapia, tales como los hematológicos (linfomas) o el cáncer microcítico de pulmón; y otros se consideran resistentes a la misma, como es el caso del cáncer de páncreas”.

¿QUÉ FUTURO LE ESPERA A LA QUIMIOTERAPIA?

Por último, preguntamos a nuestras entrevistadas cuál consideran que puede ser el futuro de la quimioterapia, a lo que la farmacéutica adjunta responsable del área de elaboración de Quimioterapias y mezclas intravenosas en el Servicio de Farmacia del Hospital Universitario del Henares (Coslada) Beatriz Monje considera que avanza a tal velocidad la investigación en este campo “que se llegará más lejos de lo que pueda imaginar”. “Estaría muy bien que se erradicara el cáncer antes de que aparezca, o que nuestro propio cuerpo lo destruya sin necesidad de pasar por la quimioterapia”, defiende esta experta.

Mientras, la Sociedad Española de Oncología Médica considera que, en las últimas décadas, la aplicación de técnicas moleculares de análisis de ADN de las células normales y neoplásicas ha permitido identificar los mecanismos críticos por los que la quimioterapia induce la muerte celular, así como los genes específicos asociados a resistencia a la quimioterapia. “Igualmente, la tecnología ha proporcionado la posibilidad de conocer los cambios que confieren ‘quimiosensibilidad’, con un fármaco concreto. Las aproximaciones terapéuticas más modernas afectan a las células malignas de manera más eficaz, y protegen los tejidos normales del efecto del tratamiento”, resalta.

Desde la perspectiva de la doctora Rebeca Lozano, que es secretaria científica de SEOM, el tratamiento del cáncer ha evolucionado de forma notable en los últimos años, con un creciente protagonismo de las terapias dirigidas o la inmunoterapia, sobre todo en determinados tipos de tumores. “Sin embargo, a pesar de estos avances, la quimioterapia sigue siendo uno de los pilares fundamentales en el tratamiento del cáncer y seguirá jugando un papel clave en el futuro”, reconoce.

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