MADRID, 25 Jul. (EDIZIONES) -
Llega el verano y con él las temidas gastroenteritis que muchas veces pasan de padres a hijos y a amigos, y que nos remueven e impiden disfrutar de nuestros días de vacaciones. Además, suelen ser bastante más frecuentes en verano que en otras épocas del año, ¿por qué?
El doctor José Luis Castro Urda, jefe de la sección de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés (Madrid) y miembro de la Sociedad Española de Endoscopia Digestiva (SEED) recuerda en una entrevista con Infosalus que son más frecuentes en verano por el aumento de la temperatura, que favorece la degradación de los alimentos, resultando además más fácil que se pueda romper la cadena del frío de los mismos.
"Otro factor fundamental es el mayor contacto en esta época con el agua, que si está contaminada va a poder producir el cuadro", asevera el también miembro de la European Society of Gastrointestinal Endoscopy (ESGE) y la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH).
Según recuerda este experto, las gastroenteritis suponen una inflamación de la mucosa del estómago y sobre todo del intestino. Dice además que, habitualmente, son de origen infeccioso, es decir, que fundamentalmente están ocasionadas por virus y por bacterias.
En cuanto a sus síntomas, todos los tenemos más o menos claros porque más de una vez los hemos sufrido en primera persona: la diarrea y los vómitos. "Se pueden asociar también el dolor y la distensión abdominal. En casos más complicados puede aparecer la deshidratación, sobre todo en pacientes de riesgo, entre los que se encuentran los ancianos y los niños de corta edad", agrega.
El especialista del hospital madrileño subraya además que, en el caso sobre todo de los ancianos esta deshidratación puede llegar a provocar una insuficiencia renal, al mismo tiempo que pueden aparecer dolores musculares y calambres. "También es posible que pueda haber fiebre, ya que estamos hablando de agentes infecciosos como responsables de estos cuadros. Relacionado con algunos patógenos concretos que producen cuadros llamados 'enteroinvasivos' pueden aparecer productos patológicos en las heces, como son la sangre y el moco", agrega.
CUÁNDO ACUDIR A UN ESPECIALISTA
Generalmente, los cuadros de gastroenteritis debemos pasarlos en casa y, según el doctor Castro Urda, debemos consultar con un médico en aquellos casos en los que detectemos que pueden aparecer complicaciones, sobre todo en niños y en ancianos que puedan tener signos de deshidratación, como sequedad de la piel y de las mucosas, orinas más oscuras, o incluso cefalea, con imposibilidad para una adecuada ingesta de líquidos bien por vómitos o por incapacidad para hacerlo.
"Otro signo que nos puede preocupar es la fiebre alta o que no responde bien a antitermicos porque además va a favorecer una mayor pérdida de líquidos. Puede suponer también paso de agentes infecciosos a la sangre. También debemos consultar si se produce la aparición de sangre con la diarrea ya que puede traducir una enfermedad enteroinvasiva", añade el especialista del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés.
¿Realmente podemos prevenirlas? El doctor subraya que existen una serie de medidas que tratan de evitarlas como extremar la higiene de manos tanto en el contacto con otras personas como en la manipulación de alimentos.
"Hay que lavar muy bien frutas, verduras y hortalizas antes de consumirlas. Es importante que no se rompa la cadena del frío y transportemos los alimentos en recipientes adecuados tras realizar una compra o en caso de algún desplazamiento, muy común en la época veraniega. Se debe evitar el contacto con aguas potencialmente contaminadas, no se debe beber agua no potable y advertir a los niños que eviten tragar agua en las piscinas", sentencia el experto.