La gente que sabe divertirse es mas resilente ante la adversidad

Archivo - Imagen de gente riendo.
Archivo - Imagen de gente riendo. - OREGON STATE UNIVERSITY - Archivo
Publicado: lunes, 10 febrero 2025 8:08

   MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Los adultos con altos niveles de capacidad lúdica mostraron una fuerte resiliencia durante la pandemia de Covid-19 en comparación con los individuos menos deseo de jugar, según muestra una nueva investigación de la Universidad Estatal de Oregón (EEUU).

   "El estudio es importante porque el espíritu lúdico es un recurso vital, aunque infravalorado, para desarrollar la resiliencia y mantener el bienestar durante periodos difíciles como la pandemia", ha afirmado la investigadora de la Universidad Estatal de Oregón Xiangyou Sharon Shen, quien ha dirigido el estudio.

   Para la también directora del Laboratorio de Investigación sobre Salud, Medio Ambiente y Ocio (HEAL, por sus siglas en inglés), entender cómo las personas juguetonas afrontan la adversidad puede servir de base para intervenciones y estrategias que ayuden a las personas a hacer frente al estrés y la incertidumbre.

   "Esto es especialmente relevante, ya que nos enfrentamos a retos globales cada vez mayores que requieren tanto una evaluación realista como una adaptación creativa", ha agregado.

El estrés crónico es un importante problema de salud pública en Estados Unidos, según la Asociación Americana de Psicología. Está vinculado a problemas de salud que van desde las cardiopatías y la diabetes hasta la depresión y la ansiedad, y los efectos a largo plazo del estrés crónico tienen el potencial de sobrecargar el sistema sanitario estadounidense.

   Factores como la pandemia, la incertidumbre económica y los problemas sociales pueden agravar el estrés y aumentar los diagnósticos de salud mental, afirma la asociación.

MAYOR OPTIMISMO AL PREVER EL FUTURO

   Shen y Zoe Crawley, investigadora de HEAL, dividieron un grupo de estudio de más de 500 adultos de EEUU en dos subgrupos: los que tenían niveles más altos de espíritu lúdico, medidos por la Escala de Rasgos Lúdicos del Adulto, y los que tenían niveles más bajos de espíritu lúdico.

   "Compartían percepciones de riesgo y factores de protección similares a las de sus pares menos juguetones, pero demostraron un mayor optimismo al prever posibilidades futuras, se involucraron en una resolución de problemas más creativa y lograron infundir calidad y disfrute en las actividades cotidianas", ha dicho Shen, cuyo equipo desarrolló la escala de medición de rasgos en 2014.

   "Alteraban activamente las situaciones desafiantes, encontraban sustitutos creativos para lo que se perdía, veían los obstáculos como oportunidades de crecimiento y mantenían un fuerte sentido de control sobre sus respuestas", ha añadido.

   Tal vez lo más revelador, agrega Shen, fue que mientras que las personas altamente juguetonas no necesariamente realizaban actividades diferentes o las hacían con más frecuencia que las personas menos juguetonas, experimentaban las actividades con mayor calidad: mayor inmersión, activación y afecto positivo.

   "En esencia, se trata de hacer limonada a partir de limones, y está íntimamente relacionado con la resiliencia. Su combinación única de evaluación realista y resolución flexible de problemas resultó ser una fórmula poderosa, que ofrece una demostración vívida de cómo los rasgos de la personalidad, como el espíritu lúdico, dan forma a nuestras respuestas ante el estrés", ha explicado.

   Shen subraya que las personas juguetonas no ven el mundo a través de "gafas de color de rosa", sino con la capacidad de ver el lado positivo mientras mantienen un "realismo de ojos claros".

   "Las personas muy juguetonas eran tan realistas sobre los Covid-19 riesgos y desafíos como las demás, pero sobresalían en 'limonada' -imaginando creativamente y persiguiendo lo positivo, descubriendo maneras de crear momentos de alegría incluso en circunstancias difíciles", ha comentado la investigadora..

   Shen y Crawley vieron en Covid-19 una oportunidad para buscar respuestas. Con la mayoría de la población experimentando trastornos similares a gran escala, dice Shen, los investigadores fueron capaces de ir más allá de las suposiciones y determinar las formas específicas en que el juego ayuda a las personas a navegar en tiempos difíciles.

   "El espíritu lúdico no distorsiona la realidad, sino que la mejora. Y aunque nuestro estudio se centró en medir más que en desarrollar el carácter lúdico, la investigación sugiere varios enfoques para cultivar esta cualidad", ha señalado la investigadora.

RESERVAR TIEMPO PARA EL JUEGO

   Estos enfoques incluyen: participar en actividades que despierten la alegría y la curiosidad; estar abierto a nuevas experiencias, incluida la experimentación con nuevas formas de realizar actividades rutinarias; crear oportunidades de exploración espontánea y no estructurada; salir con gente que te hace reír y te inspira a jugar, y aceptar momentos de tontería y humor cuando sea apropiado.

   "Por supuesto, la interpretación de lo apropiado puede variar, y conocer los límites hace que jugar con ellos sea más divertido. Una clave de todo esto es centrarse en la calidad del compromiso en lugar de limitarse a realizar lo que podríamos llamar actividades lúdicas. El verdadero espíritu lúdico no requiere un patio de recreo, juegos o juguetes. Se trata de aportar un espíritu de apertura, flexibilidad y diversión a los momentos cotidianos", ha afirmado Shen.

   La investigadora añade, sin embargo, que reservar regularmente tiempo para el juego puede ser decisivo, ya que proporciona un espacio seguro para expresar y practicar el espíritu lúdico.

   "Incluso en los momentos más ajetreados, dedicar de cinco a diez minutos diarios a una pequeña dosis de juego -ya sea en solitario o compartido- puede marcar una diferencia significativa", ha finalizado Shen.

Contador