MADRID 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Consorcio para la Salud Medioambiental Infantil, formado por un grupo de expertos, ha señalado que los países deben empezar a someter a prueba y regular las sustancias y productos químicos con el mismo rigor que los sistemas actuales de protección de los medicamentos de venta con receta "o corren el riesgo de que aumenten las tasas de enfermedades crónicas entre los niños".
Según el Consorcio, se calcula que los inventarios químicos mundiales contienen unos 350.000 productos, como sustancias químicas manufacturadas, mezclas químicas y plásticos. "A pesar de los riesgos de contaminación ambiental y exposición humana, la fabricación de productos químicos sintéticos y plásticos está sujeta a insuficientes restricciones legales o políticas", apuntan.
"Ese vacío normativo debe ser sustituido por nuevas leyes que den prioridad a la protección de la salud frente a la producción desenfrenada de sustancias químicas y plásticos", según los coautores, entre los que se encuentran el epidemiólogo del Boston College Philip Landrigan, el experto en derecho ambiental David Wirth, el biólogo Thomas Chiles y el epidemiólogo Kurt Straif.
Para los autores, las sustancias químicas y los productos a base de sustancias químicas "deberían poder entrar en los mercados y permanecer en ellos sólo si sus fabricantes pueden demostrar mediante pruebas rigurosas, independientes y previas a la comercialización que no son tóxicos a los niveles de exposición previstos".
Además, los expertos afirman que debería exigirse a los fabricantes de productos químicos y a las marcas que los comercializan que supervisaran sus productos una vez lanzados al mercado, del mismo modo que se hace con los medicamentos de venta con receta para evaluar cualquier efecto negativo a largo plazo sobre la salud.
El llamamiento a la acción es el resultado de un proyecto de dos años del grupo de científicos independientes de mayor confianza del mundo, procedentes de 17 instituciones científicas de alto nivel de EEUU y Europa. El informe se elaboró con el fin de posibilitar un enfoque coordinado para reducir los niveles cada vez mayores de enfermedades crónicas a los que se enfrentan los niños de todo el mundo.
"CASI SIN VIGILANCIA"
La mayoría de los productos químicos sintéticos y afines se producen a partir de combustibles fósiles: gas, petróleo y carbón. La producción se ha multiplicado por 50 desde 1950 y se prevé que vuelva a triplicarse en 2050.
Sin embargo, los expertos sostienen que la fabricación de productos químicos y plásticos sintéticos está sujeta a pocas restricciones legales o políticas. "A diferencia de los productos farmacéuticos, las sustancias químicas sintéticas se introducen en el mercado con escasa evaluación previa de sus efectos sobre la salud y casi sin vigilancia posterior a la comercialización para detectar efectos adversos a largo plazo sobre la salud", recalcan.
"La contaminación por sustancias químicas sintéticas y plásticos es uno de los grandes retos planetarios de nuestro tiempo", ha afirmado el autor principal, Landrigan, director del Observatorio de Salud Planetaria del Boston College.
"Está empeorando rápidamente. El continuo aumento sin control de la producción de sustancias químicas basadas en el carbono fósil pone en peligro a los niños del mundo y amenaza la capacidad de reproducción de la humanidad", ha finalizado.
