MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los niños que acuden a la guardería no están transmitiendo Covid-19 a sus cuidadores ni a otros niños del centro, ni en sus hogares en unas tasas significativas, según un estudio dirigido por pediatras-científicos y pediatras del Hospital Infantil UPMC de Pittsburgh de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh en EEUU.
El estudio, que ha sido publicado en 'JAMA Network Open', sugiere que las recomendaciones de realizar pruebas de detección del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, a los niños sintomáticos, y mantener a los niños positivos en casa y sin guardería durante períodos prolongados pueden revisarse para alinearse con las de otros virus respiratorios graves.
"Necesitamos tener un debate abierto a nivel nacional sobre el beneficio de recomendar la prueba del SARS-CoV-2 para cada niño con síntomas respiratorios que asiste a un programa de cuidado infantil", ha señalado el autor principal Timothy Shope, profesor de pediatría en la Facultad de Medicina de Pitt y pediatra en el UPMC Children's.
"Nadie quiere renunciar al control de la propagación del SARS-CoV-2, pero centrarse en las pruebas y en largos períodos de exclusión de los niños en las guarderías parece innecesario, al tiempo que somete a las familias al gasto de pruebas frecuentes, ausencias del trabajo y pérdidas de salarios y pérdida de educación y socialización de los niños", ha añadido.
Las recomendaciones actuales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU aconsejan que cualquier niño con congestión, secreción nasal u otros síntomas respiratorios se someta a una prueba de COVID-19 y, si es positivo, se le mantenga en casa y no vaya a la guardería durante al menos cinco días.
Para la gripe y el virus respiratorio sincitial -virus respiratorios igualmente graves que infectan y se propagan entre los niños en centros de cuidado infantil en tasas más altas-, las recomendaciones son que el niño regrese al centro de cuidado infantil cuando los síntomas se estén resolviendo y no haya tenido fiebre durante 24 horas.
El estudio incluyó a 83 niños en 11 centros de cuidado infantil en dos ciudades y sus contactos en el hogar (118 adultos y 16 niños), así como a 21 proveedores de cuidado infantil. Fueron seguidos desde el 22 de abril de 2021 hasta el 31 de marzo de 2022. Los participantes recibieron pruebas de COVID-19 semanales y completaron diarios de síntomas.
El equipo de investigación encontraron que las tasas de transmisión del SARS-CoV-2 dentro de los centros de cuidado infantil eran bajas, alrededor del 2% al 3 por ciento, lo que indica que ni los niños ni los cuidadores con frecuencia transmitían el COVID-19 a otras personas en los centros. La asistencia a guarderías también fue una causa menor de COVID-19 en los hogares, ya que sólo el 17% de las infecciones domésticas se debieron a niños que contrajeron COVID-19 en sus guarderías. La mayoría de los casos domésticos se adquirieron fuera del centro de cuidado infantil.
Por el contrario, una vez que alguien en un hogar tenía COVID-19, la transmisión a otros miembros del hogar era alta, del 50% para los niños y del 67% para los adultos. "Es interesante que un virus tan contagioso se transmitiera a tasas bajas en los centros de cuidado infantil y fuera una razón poco común de infecciones domésticas porque va en contra de la sabiduría convencional y el conocimiento médico que tenemos sobre otros virus respiratorios graves", dijo Shope", ha añadido. Además, el equipo descubrió que sólo 1 de cada 20 niños sintomáticos que asistían a guarderías dieron positivo en la prueba del SARS-CoV-2.
