MADRID 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) ha demostrado el impacto psicológico del terrorismo en los niños autistas y sus padres, que tienen una respuesta más pronunciada que el resto y niveles más altos de depresión, ansiedad y estrés.
En el primer estudio realizado sobre niños autistas y sus padres en el contexto de la guerra, el doctor Judah Koller, de la Facultad de Educación Seymour Fox de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y su equipo, dirigido por el estudiante de doctorado Shir Rozenblat, hallaron resultados preliminares alarmantes sobre el impacto del terrorismo y la guerra en esta población.
El estudio, que se centra en las secuelas psicológicas del ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre de 2023, subraya la urgente necesidad de servicios de apoyo adaptados a los niños autistas y sus familias en tiempos de conflicto.
A los 30 días del atentado, los niños israelíes autistas y no autistas mostraron síntomas de estrés postraumático clínicamente significativos, siendo los autistas los que mostraron una manifestación más pronunciada de estos síntomas, lo que pone de manifiesto su mayor vulnerabilidad. Además, los padres de niños autistas presentaban niveles significativamente más altos de depresión, ansiedad y estrés que los padres de niños no autistas. Estos niveles eran entre 2 y 4 veces superiores a los declarados por una cohorte independiente de padres de niños autistas evaluados antes de la guerra en un estudio realizado por el Centro Nacional Azrieli de Investigación sobre Autismo y Neurodesarrollo de la Universidad Ben Gurion.
La dependencia de los niños autistas de la rutina y la previsibilidad, que se ven gravemente alteradas durante los ataques terroristas y la guerra, parece exacerbar sus respuestas al estrés. "Estos niños y sus familias necesitan un apoyo de salud mental específico que tenga en cuenta sus características únicas", ha señalado Koller.
El estudio empleó cuestionarios en línea de los cuidadores para recopilar datos de forma rápida y eficaz de una amplia población. Aunque reconocen las limitaciones en la generalizabilidad debido al tamaño y las características de la muestra, los investigadores subrayan la importancia de sus hallazgos preliminares como un primer paso crucial en una investigación longitudinal de un año de duración.
El equipo de investigación ha completado la recopilación de datos en un estudio transversal más extenso de métodos mixtos, que llega a una población más amplia de niños autistas y no autistas y sus padres. Este esfuerzo, en colaboración con el doctor Yonat Rum, también de la Facultad de Educación, incluye análisis en profundidad del estrés postraumático y la resiliencia de los padres, junto con datos cualitativos sobre las experiencias de las familias.
NECESIDAD DE MÁS APOYO DE SALUD MENTAL
"Nuestro objetivo es proporcionar una comprensión global de los efectos actuales de la guerra en estas poblaciones vulnerables y abogar por los servicios de apoyo necesarios", ha añadido Koller.
"Estas conclusiones ponen de relieve la necesidad crítica de un apoyo de salud mental inmediato y sostenido para todos los niños y padres afectados por el conflicto", ha aseverado Koller.
El estudio hace un llamamiento a los responsables políticos y a los profesionales sanitarios para que den prioridad a las necesidades específicas de los niños autistas y sus familias, no sólo en Israel, sino en regiones similares afectadas por conflictos en todo el mundo. Este proyecto es fruto de la colaboración con ALUT, la Sociedad Israelí para Niños y Adultos Autistas, la Universidad Bar-Ilan y la Universidad Ben-Gurion.